R. P. O, el gijonés acusado de entrar a robar en doce viviendas de Villaviciosa, entre enero y marzo de 2014, reconoció parcialmente los hechos ayer durante su declaración en el Juzgado de los Penal número 2 de Gijón. Si bien se declaró inocente de los cargos imputados sí reconoció haber accedido a varios de los domicilios que la Fiscalía que resultaron asaltados, aunque sin especificar el número concreto de los que sustrajo objetos de valor y pertenencias.

El acusado aseguró ante el juez que en el momento en que cometió los actos delictivos, había dejado de cobrar el paro y que perpetró los robos para "poder pagar a mi expareja la manutención de mi hija y para poder comer yo". Este argumento que esgrimió el reo se suma a que tampoco gozaba en el momento de los robos de un domicilio estable. Es más, "dormía en mi coche, hacía vida allí salvo para ducharme que lo hacía en casa de algún amigo", relató en la sede judicial donde se le juzgaba.

Precisamente, el coche en el que pernoctaba fue el que empleó para llevar a cabo los delitos. Su modo de operar habitual esra mediante la vigilancia previa de cada domicilio, todos ellos radicados en el concejo de Villaviciosa. Al cerciorarse de que no había nadie en el interior de las viviendas, entraba forzando un cristal de una de las ventanas en la mayoría de los casos. En el último asalto a una vivienda, un vecino alertó a la Guardia Civil y los agentes le interceptaron en su huida descubriendo en el interior del coche varios objetos robados.

Según los agentes de la Guardia Civil llmados por el juez a testificar, que destacaron durante el juicio "la buena colaboración" del acusado, una vez se produjo la detención "cesaron los robos en la zona". El detenido les condujo hasta un trastero donde almacenaba los objetos robados para ir vendiéndolos a diferentes comercios. Artículos en su mayoría "de no mucho valor", varios de los cuales fueron recuperados por sus dueños.

Después del testimonio de los agentes, mostraron su versión nueve de los afectados por robos en sus viviendas, tan solo uno de los cuales reside habitualmente en la casa asaltada, ya que los otros ocho la tienen como segunda residencia. De todos los afectados -a varios de ellos el seguro les abonó una cuantía por las pérdidas- tan sólo dos quisieron reclamar.

Por todo ello la Fiscalía rebajó en doce meses su petición inicial de una pena de cinco años de cárcel, por lo que finalmente solicitó al juez cuatro años de privación de lobertad. En cuanto a la responsabilidad civil, Fiscalía pide para el reo una multa de 520 euros.