El científico gijonés Diego Rubiera -en la imagen-, vinculado al Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio de la Universidad de Lisboa, habló ayer en el Antiguo Instituto sobre el reciente descubrimiento de las ondas gravitacionales resultantes del choque entre dos agujeros negros, que confirman la teoría de Albert Einstein formulada hace ya un siglo. Una conferencia divulgativa en la que también salieron a colación los conocidos como "agujeros de gusano".