"Hay cosas que no me parecen correctas en la forma de llevar mi defensa, veo conflicto de intereses, he perdido la confianza en ella y me siento indefenso". Carlos V. V. uno de los acusados de los delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal solicitó esta mañana, en la tercera sesión de juicio por la "Operación Tortellini", renunciar a ser defendido por la abogada Ana García Boto, la misma letrada que defiende los intereses del sindicalista José Ángel Fernández Villa en otro proceso. "Soy criminólogo y sé de derecho por lo que entiendo que no ha llevado el tema debidamente", añadió el procesado que afronta ocho años de cárcel.
El tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, presidido por Bernardo Donapetry, rechazó la propuesta "por fraudulenta". "Ha tenido usted tiempo de sobra para solicitarlo, y ha esperado a la tercera sesión", dictaminó el magistrado que tampoco permitió a García Boto abandonar la sala cuando ésta se lo solicitó tras "haber perdido la confianza de mi defensa". "Proteste usted si quiere, hasta en el tribunal europeo pero, hoy se queda en la sala", respondió el juez.
La tercera sesión del juicio de la "Operación Tortellini", en la que hay siete acusados por un delito contra la salud pública -que afrontan hasta 53 años de prisión- relativa a la adquisición de sustancias estupefacientes en Madrid y su posterior traslado a Gijón para la venta y distribución de las sustancias, contó con la declaración de una psicóloga que, en calidad de perito, aseguró que dos de los acusados, Carlos V. V. e Ismael S. B. eran consumidores de cocaína de forma habitual. No obstante, indicó que esta práctica suponía "un consumo perjudicial para su salud pero no una dependencia". La cuarta sesión, prevista para mañana, servirá para que la Fiscalía y las defensas aportes sus conclusiones.
Durante las sesiones previas todos los acusados negaron las acusaciones y aseguraron conocerse de ir juntos al gimnasio y de pasear al perro pero en ningún caso a la venta de cocaína en Gijón.
