La primera Asociación de Cabezas de Familia (sólo hombres casados) se había formado en La Calzada, con Valentín Andrés de presidente. Luego vino la de Somió, presidida por Bonifacio Lorenzo Somonte, y ahora se anunciaba la formación de otras en cuatro barrios: Pumarín, Ceares, Contrueces y Roces. Otro asunto del día era la proliferación de mendigos por las calles. Había en Gijón, leemos eso, un Fiscal General de Vagos y Maleantes.