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Un edificio con barreras arquitectónicas y sin salida de emergencia

La directora de los museos gijoneses de Bellas Artes, Lucía Peláez, hizo resaltar en su última comparecencia en comisión municipal que el Museo Casa Natal Jovellanos tiene notables deficiencias de acceso y, además, no asegura "el acceso libre e igualitario de toda la sociedad".

"Las barreras arquitectónicas y la ausencia de un ascensor hace que este edificio incumpla toda la normativa vigente sobre accesibilidad, impidiendo a las personas con movilidad reducida acceder a la segunda y tercera plantas, donde se encuentra la mayor parte de la exposición, incluidas las salas dedicadas a Jovellanos y el 'Retablo del mar", explicó la directora. Según esa misma descripción de las carencias del histórico edificio de Cimavilla, "sólo hay una salida y no hay puerta de emergencia, lo que es un factor de riesgo en el caso de ser necesaria la evacuación del edificio y limita el aforo a un máximo de cien personas".

Un portón que abre con dificultad, un ancho de escalera inconveniente para el tránsito de personas o escalones hasta para acceder a los servicios. Un museo, en fin, que está lejos de las condiciones óptimas que una ciudad con casi cinco mil fondos museográficos debería ofrecer.

De esas ricas colecciones sólo se pueden exponer cien obras, como se ha dicho, por las limitaciones de espacio. El "mal aislamiento del edificio", la "elevada humedad" o la "descarga de los muros" hacen imposible, en opinión de la citada responsable municipal, "un control adecuado de las condiciones medioambientales".

Ante la imposibilidad de su exposición y conservación, casi la totalidad de los fondos artísticos museográficos de Gijón se almacenan en las naves de la antigua fábrica de cerámicas Piti, en la parroquia de Leorio. Hasta ahora, el Gobierno municipal no ha explicitado ningún plan alternativo a esa situación.

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