"En pocos años llamará tanto la atención que haya coches echando humo por las calles como hoy llamaría la atención alguien fumando dentro de un bar". Este es el vaticinio que ayer hizo Javier Izquierdo, jefe de movilidad sostenible de EDP España, en la charla que ofreció en el Centro de Cultura Antiguo Instituto sobre las ventajas del vehículo eléctrico.

Ahora estamos en una fase de "romper el hielo", en la que se empieza a usar este tipo de vehículos, pero que se haga común es algo "imparable, por las directivas europeas que hablan de electrificación del transporte, que es una oportunidad para dar otro enfoque a la calidad del aire en las ciudades", señaló el directivo de EDP. En ese sentido, Izquierdo recalcó que "en Gijón, entre el 30% y el 40% de las PM 10 y PM 2,5 que respiramos provienen de los tubos de escape del tráfico y esas se eliminarán con el coche eléctrico", cuyo motor no tiene emisiones contaminantes.

EDP está impulsando la implantación del vehículo eléctrico en Asturias con la habilitación de puntos de repostaje por todo el Principado. Actualmente hay 52, de los que 40 se han instalado en los últimos seis meses con el apoyo del plan estatal Movalt. Otros nueve puntos se van a instalar previsiblemente en un futuro, con lo que se alcanzarían los 61 puntos de recarga en toda Asturias, 15 de ellos de recarga rápida (50 kilovatios de potencia), 9 semirrápida (22 kilovatios) y 37 lenta (7,5 kilovatios).

El objetivo de la UE es que en 2050 toda la movilidad se haga con vehículos eléctricos, con un hito intermedio en 2030, para lograr que la mitad del parque de vehículos usen esta energía. "El cambio va a ser exponencial. En España hay 30.000 vehículos eléctricos de un parque de 26 millones de vehículos, pero es que hace un año había menos de la mitad; 12.000", señala Javier Izquierdo.

En su opinión, no sólo se logrará por el empeño de la UE de impulsar el vehículo eléctrico "por eficiencia, sostenibilidad e independencia energética", para no depender tanto de los combustibles fósiles, que Europa tiene que importar, sino también porque "el vehículo eléctrico es más eficiente que uno de combustión".

Una de las claves está en la reducción de los costes de las baterías y que cada vez tienen una mayor capacidad de almacenamiento de energía, lo que equivale a más kilómetros sin necesidad de recargar. A eso se suma que ahora, cargando las baterías en casa, el coste para rodar 100 kilómetros es de un euro y medio.

Para que la implantación del vehículo eléctrico progrese, no obstante, hace falta extender la red: "hacen falta más cargadores, en comunidades de vecinos, en municipios y a nivel estatal en las principales vías", en este último caso, para facilitar los viajes de largo recorrido.

Por su parte, el edil Esteban Aparicio resaltó que "esto puede parecer muy alejado, pero la planificación europea ya existe y Gijón no es una isla", agregando que el pasado mes de mayo EDP ya presentó soluciones para que los garajes colectivos puedan contar con puntos de recarga.