El historiador Héctor Blanco ofreció ayer la conferencia "La Atenas gijonesa" como parte del ciclo organizado por el Centro de Cultura Antiguo Instituto en conmemoración de los 225 años del Instituto Jovellanos. Blanco explicó las características urbanísticas de la parcela donde se asentó el instituto en 1797, su evolución, y los diferentes edificios que ha ido albergando a lo largo de los años.

"Lo más curioso es que durante estos dos siglos nunca ha cesado la actividad cultural", explicó el historiador, que centró el grueso de su ponencia en tres etapas de la historia de la institución: el primer edificio que se construye a finales del s. XVIII, la Escuela de Artes y Oficios, y la Escuela de Comercio, ambas construidos en el siglo XX. "La primera sede del instituto estaba en el barrio de Cimadevilla, junto a la Casona de Jovellanos. Luego decidió moverse a un sitio más propicio y se trasladó a la parcela que hoy alberga el Centro de Cultura Antiguo Instituto, el colegio Jovellanos y la Antigua Escuela de Comercio", explica.

La primera piedra de este edificio se puso en 1797 y la construcción del inmueble se hizo según el Plan de Mejoras que redactó el ilustrado y que definió la configuración de la zona. " A finales del siglo XVIII se construyó lo que hoy sería la primera planta del Antiguo Instituto y se delimitó la huerta", explica Blanco. Estos terrenos albergarían un siglo más tarde la Escuela de Artes y Oficios, germen de la formación profesional en nuestro país, y la Escuela de Comercio, que se construyeron en varias fases entre 1911 y 1915. En el siglo XX se incorporó otro inmueble mas, la antigua sede del Ateneo Jovellanos, que se situó en la parte trasera del edificio de la Escuela de Artes.

Si algo quiso subrayar ayer Blanco fue la gran aportación que la institución ha tenido para la ciudad: "En estos dos siglos siempre ha habido actividad con fines educativos y culturales".