586.206,63 euros. Esa es la cifra que se puede leer junto al epígrafe de inversiones reales en el presupuesto prorrogado con el que acaba de empezar el año 2019 el Ayuntamiento de Gijón. Es, con diferencia, la cifra más baja de inversión en un inicio de ejercicio presupuestario municipal en la historia reciente del Ayuntamiento de Gijón. No sólo está muy por debajo de las partidas iniciales en años de presupuesto aprobado -y que oscilan entre los 13,2 millones del año 2017 y los más de 40 que aparecen reflejados en los documentos económicos de los años 2009 y 2008- también es la más baja en la comparativa con otros presupuestos prorrogados.

Hay que recordar que la prórroga de 2019 se hace sobre el presupuesto de 2017 ya que el del año pasado también fue presupuesto prorrogado. En 2018 el punto de partida de las inversiones reales fue de un millón de euros. Y de 2,5 millones en 2016, que también fue año de prórroga. Igual que 2014, aunque entonces se pudieron prorrogar 3,2 millones en el epígrafe de inversiones reales.

El escenario inversor de este recién estrenado 2019 mejora, aunque sólo un poco, si en lugar de ver los números generales del presupuesto prorrogado se miran las cifras del denominado anexo de inversiones. Aquí la suma final es de 1.079.156 euros sobre 26.054.435 euros del anexo del presupuesto de 2017. En este anexo tienen cabida 90.750 euros para equipos de ordenación del tráfico, 31.374 para alumbrado público. 43.900 euros para el Arco Medioambiental, 50.000 para actuaciones en colegios, 12.800 para energía en escuelas infantiles, 50.000 euros para la rehabilitación de hórreos y paneras, 130.000 euros como participación en consorcios de ferias, 200.000 euros para mejoras en polígonos industriales, 300.000 euros de aportación al fondo de capital semilla, 23.000 euros para proyectos en la zona rural y unos 40.000 para la gestión de edificios municipales.

Nada de nada en lo que tiene que ver con gestión urbanística -donde se incluyen las apreciadas subvenciones a la rehabilitación de fachadas y que no son inversión real-, vivienda, vías públicas, parques o acción social. Esto es lo que ahora mismo está sobre el papel y sobre lo que tiene que trabajar el gobierno forista de Carmen Moriyón para adecuarlo a la realidad. En las cifras y en el destino de ese dinero.

Por ahora sólo hay restas. En el detalle por subprogramas del presupuesto prorrogado -siempre comparado con el presupuesto de 2017- se ven en el ámbito del capítulo 6 de inversiones reales, por ejemplo, la perdida de 320.000 euros en edificios de desarrollo empresarial, otros tantos para obras en el área de vivienda, 250.000 euros para la creación de nuevos centros docentes, alrededor de 350.000 para obras en centros educativos, 800.000 en inversiones del ámbito de promoción cultural, 1,6 millones que se restan en equipamientos deportivos, 2 millones en vías públicas, 430.000 euros menos en alumbrado, 800.000 euros que se minoran para inversión en el área de patrimonio verde, 1,2 millones en zona rural y 2,7 millones de ajuste a la baja en el epígrafe de gestión de edificios y patrimonio municipal.

El presupuesto prorrogado del Ayuntamiento en este 2019 es de 199,9 millones de euros. Son 27,4 millones menos que el presupuesto de partida de 2017 y alrededor de 26 millones menos que el fallido proyecto presupuestario de Foro donde se cifraban las necesidades a cubrir para este nuevo año.