Tras el parón por el cambio de año y de ejercicio presupuestario, la Fundación Municipal de Servicios Sociales ha vuelto a retomar con brío la concesión de las ayudas a la energía y la renta social que se pusieron en marcha a finales del año pasado con un presupuesto compartido entre las dos anualidades. En lo que va de año, la Fundación ha dado luz verde a 490 ayudas por una cuantía de 410.573 euros. El desglose es el siguiente: 268.907 euros en 130 ayudas del programa de renta social repartidas en tres resoluciones de adjudicaciones y 141.666 euros en 360 ayudas para el pago del consumo de luz y gasto repartidas en cuatro resoluciones de la presidencia.
Son cifras a sumar a las del cierre de 2018 cuando, con el presupuesto disponible, se dio luz verde a 893 ayudas a la luz y 294 de renta social. Algo más de 1.100 ayudas sobre un total de 7.500 peticiones iniciales. Ahora ese cifra de apoyo a las familias sube a 1.677: 1.253 ayudas energéticas y 424 de la tercera convocatoria de la renta social. Aún queda margen presupuestario para ir sumando. Hay que recordar que esta convocatoria de renta social salió con un presupuesto de 1,8 millones a repartir entre 500.000 euros el año pasado y 1,3 millones este año. El tope de la ayuda por familia es ahora de 2.500 euros. Y de 500 euros es el tope de la ayuda energética que se concede en un pago único para hacer frente a lo pagado entre el uno de enero y el 30 de septiembre de 2018. En este caso, la convocatoria hablaba de un total de 550.000 euros a repartir en 350.000 euros el año pasado y 200.000 euros el actual.
El proceso parece encarrilado. Otra cosa es el futuro de la novedosa y polémica renta social. Marcado tanto por la situación de prórroga presupuestaria y ajuste del gasto desde el Plan Económico-Financiero como por un horizonte electoral que puede cambiar la balanza de las fuerzas municipales en favor de quienes no han visto nunca las bondades del proyecto. La renta social la puso en marcha Foro en 2017 a partir de un acuerdo presupuestario con Xixón Sí Puede e IU. Ese año se movilizaron más de ocho millones de euros y se concedieron ayudas por casi seis millones. Un elemento, que según los informes del propio gobierno, fue sustancial para superar el techo de gasto. Nunca más se alcanzó ese nivel de compromiso económico.
Los defensores de la renta social no sólo reivindican el apoyo que supone para las familias más vulnerables de la ciudad. También ponen en valor que se trata de un elemento dinamizador de la economía local ya que las compras de productos básicos que se financian deben hacerse en los comercios locales adheridos al programa. Según los datos de cierre de 2018 de la Unión de Comerciantes, esas ventas han reportado cerca de cinco millones de ingresos a unos 300 establecimientos de toda la ciudad. Aunque son los negocios de la zona sur y oeste donde se han dado mayores ventas. Son también los barrios donde hay más beneficiarios de ese programa municipal que busca complementar los ingresos familiares hasta alcanzar el mínimo fijado para una vida digna. Mínimos establecidos en las bases de la convocatoria en 665 euros mensuales para unidades de convivencia de uno o dos miembros, de 832 euros para tres miembros y de 1.065 euros para cuatro o más miembros. La cuantía sube si hay menores de catorce años en la familia.
