El joven de 30 años procesado por acosar a su exnovia con llamadas y mensajes ha sido condenado a un año y dos meses de cárcel y a la prohibición de acercarse a menos de 200 metros, y de comunicarse con ella por cualquier medio, durante el mismo tiempo de la condena, contra la que cabe recurso.

La sentencia considera probado que este individuo "no aceptó la ruptura sentimental" y que a partir de ahí comenzó a llamarla "de forma constante y reiterada, hasta cuarenta veces en un día, y a mandarle mensajes día y noche por Whatsapp, correo electrónico, la red social Instagram y sms". Al no lograr su objetivo, prosigue el fallo del Juzgado de lo Penal número 3, el joven "comenzó a contactar con la familia y amigos de su exnovia, y a llamarla a ella desde cabinas y números ocultos pese a que ella le decía que la dejara en paz". Eso generó en la joven "una situación de angustia, desasosiego y ansiedad con alteración grave de su vida cotidiana".