Aunque todavía no han empezado, las obras de ampliación de Cabueñes siguen revisándose y podrían incluir ahora una nueva área asistencial no prevista en el proyecto inicial de reforma. ¿El motivo? El desalojo del área de archivos en uno de los sótanos, en la planta -2, para liberar espacio. Se creía que esta zona podría utilizarse para reubicar una unidad administrativa que desde hace semanas se ha instalado, también para desocupar otros despachos y habitaciones del hospital, en un edificio prefabricado que colinda con el complejo bajo régimen de alquiler desde finales del año pasado. Ahora, sin embargo, la gerencia sanitaria ha revisado los planos y, tras comprobar que este sótano no tendrá que derribarse para la ampliación de Cabueñes, al hospital se le brinda ahora la oportunidad de crear una nueva área asistencial para combatir una falta de espacio que, aunque se ha ido paliando en los últimos meses, sigue siendo muy tangible.
El desalojo de los archivos ya está autorizado por el Sespa y la gerencia estudia diversas opciones. Hace unas semanas, el proyecto más viable parecía ser reubicar en esta planta el área administrativa, reagrupada ahora desde diversos despachos que tenían diseminados por el hospital en el citado edificio prefabricado. “Lo que pasa es que esa nueva ubicación está funcionando muy bien, es muy útil, así que ahora creemos que tal vez no merezca la pena prescindir de eso y podemos buscar otra alternativa para este sótano. Va a estar conectado con el nuevo edificio, justo debajo de Cardiología, así que ahora hemos ganado una planta nueva que va a permanecer”, explica Manuel Bayona, gerente del hospital. Y añade: “Lo lógico, viendo que se va a quedar, sería que la planta pudiese dedicarse a lo asistencial, a los pacientes, y no a despachos, pero le estamos dando vueltas. Quiero escuchar varias opciones de lo que podría ser. Parece más razonable darle un espacio duradero que tenga sentido con el diseño de la ampliación".
De salir adelante, el área prefabricada de despachos se quedaría aún instalada durante varios meses más. Es viable por su precio: son 300 metros cuadrados nuevos de espacio a un precio de 3.500 euros por cada mes de uso. A cambio, Cabueñes puede aspirar a ganar una planta entera de usos para pacientes, ya sea consultas u hospitalización, en un área que además no tendrá que demolerse ni modificarse durante la ampliación, por lo que la inversión de esta obra se aprovecharía en el plan de reforma del nuevo hospital. “Parece más lógico apostar por una actividad que vaya a ser duradera”, reconoce Bayona, que espera que el personal le traslade cuáles serían sus preferencias de uso.
Reubicar despachos administrativos en esta zona prefabricada junto a Cabueñes, instalada a finales del año pasado en una finca anexa, liberó locales de varias plantas. De ellas, ya se ha aprovechado un espacio que había en la quinta planta, destinada ahora, ya reformada como planta de hospital, al ingreso de pacientes. Hasta entonces se podía aprovechar para albergar enfermos solo hasta la mitad, pero Cabueñes ganó de con este cambio 34 camas que ya se utilizan y que facilitan el no tener que volver a utilizar camas supletorias, denostadas por el personal desde hace años y prohibidas finalmente por la gerencia en 2020. Reagrupar los despachos desalojados en el sótano de archivo, teniendo en cuenta el diseño que tendrá el nuevo Cabueñes cuando se reforme, podría obligar a modificarlo de nuevo en pocos meses.
El plan
- Archivos. El desalojo de los archivos del hospital a un almacén del Sespa, ya autorizado, deja libre uno de los sótanos del hospital.
- Administración. El sótano iba a servir para agrupar un área administrativa reagrupada ahora en un edificio prefabricado junto al hospital.
- Ampliación. La gerencia estudia ahora mantener el área prefabricada y convertir el sótano en un área asistencial para pacientes.
