La presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, dio ayer por zanjada la crisis del partido en Gijón, al ratificar el comité ejecutivo regional el nombramiento de Pablo González como presidente del partido en la ciudad, en una reunión en la que participó el vicesecretario nacional de Participación, Jaime de Olano. “Se ha cerrado una etapa y ahora comienza otra en la que debemos ser un partido reflejo de la sociedad gijonesa, permeable a las necesidades de los gijoneses, trabajando a pie de calle y abriendo nuestra sede a todo aquél que quiera trabajar por un Gijón con futuro”, señaló Mallada.

Mallada expresó su confianza en el nuevo presidente del PP a nivel local y en el equipo del que se va a rodear para “que el PP de Gijón vuelva a ser un partido fuerte, unido para ser la alternativa real y moderada al socialismo” y para que se convierta de nuevo en el referente del centro derecha en la mayor ciudad de Asturias.

La presidenta del PP asturiano, que el 15 de enero había pedido al anterior presidente local, Mariano Marín, que abandonara el cargo por la inactividad del partido, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, señaló que lo acontecido en estas últimas semanas tiene su origen en que, con Marín, “la junta local de Gijón no tenía apenas actividad, no se convocaban los órganos del partido, la sede estaba cerrada y sus afiliados y votantes, se sentían huérfanos de un partido que defendiera sus intereses más allá del ámbito de la actividad municipal”. “Desde la dirección regional nos mantuvimos vigilantes, respetando siempre la autonomía de la junta local, pero exigiendo responsabilidades a quien las tenía”, señaló la presidenta regional del partido en relación a las recogidas de firmas para reprobar la acción del anterior líder local.

Mallada hizo un reconocimiento expreso a los miembros de la directiva del partido en Gijón que impulsaron la salida de Marín, de los que dijo que tuvieron un “comportamiento impecable” y supieron estar a la altura de las circunstancias “sin intervención por parte de esta dirección regional y sin imposiciones de ningún tipo”. “Sin duda, hemos aprendido de errores pasados”, señaló en una alusión clara a la gestora mediante la que su antecesora en el cargo, Mercedes Fernández, tomó el control del partido en la ciudad, apartando del mismo a la entonces presidenta Pilar Fernández Pardo.