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La sanidad gijonesa afronta un “boom” de inversiones de más de cien millones

Las numerosas mejoras en la red privada se suman a los contratos para ampliar Cabueñes y construir el consutorio de Nuevo Roces

Vistas del Hospital de Cabueñes MARCOS LEON

Entre proyectos nuevos y demorados, la sanidad gijonesa afronta este año una batería de inversiones simultáneas e inédita que afecta a toda la red pública y privada. Encabezada por la ansiada reforma del Hospital de Cabueñes, en trámites de formalizar una adjudicación que rondará los 79 millones, la lista de mejoras rescata este año obras hasta ahora aplazadas, como la del consultorio de Nuevo Roces, y suma proyectos nuevos que tendrán que concretarse también en los próximos meses, como la compra de un nuevo edificio por parte del Hospital de Covadonga o la idea de la macroclínica que el Sporting quiere impulsar con dinero del fondo CVC en Mareo, aún en estado muy germinal. Lo que parece que son los últimos coletazos de la pandemia están desbloqueando también ahora obras que se habían ralentizado en la red privada. El montante total de las inversiones suma más de cien millones de euros.

Tras años de estudios y promesas de plazos que no se acababan de cumplir, el último escollo para ampliar el Hospital de Cabueñes fue la pandemia y un repunte de precios que obligó a subir el presupuesto de los 44,9 de euros –importe de una primera licitación que quedó desierta y causó bastante revuelo político- a los 85,8, casi el doble. Finalmente, sin embargo, la mesa de contratación eligió hace ahora un mes a la a la alianza de la multinacional Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y de la constructora asturiana Los Álamos para hacerse cargo de un proyecto que se ofrecen a realizar por 79 millones.

La licitación está aún pendiente de formalizarse, y alguna empresa aspirante al contrato podría querer impugnar el proceso, pero se espera que las obras sí puedan comenzar este año en su primera fase, que implica levantar un nuevo edificio de ocho plantas con dos sótanos para albergar los servicios de Urgencias, quirófanos y una UCI que se construirá ya dividida en dos áreas separadas, lo que facilitará el aislamiento de pacientes infecciosos en caso de crisis como la del covid-19. Mientras, el hospital diseña también una reforma en uno de sus sótanos para crear una gran unidad administrativa y proyecta sumar a su edificio central dos plantas para albergar un robot quirúrgico y una sala de angiografía vascular.

Mientras, el Hospital de Begoña se está lavando la cara. Desde gerencia calculan que faltan unos tres meses de obra para que finalice el arreglo integral de la fachada del complejo, uno de los estandartes de la atención sanitaria privada en la ciudad. La reforma está valorada en 200.000 euros y se suma a las mejoras ya realizadas en el área de resonancia, que incorpora un nuevo sistema de reconstrucción y emplear la inteligencia artificial para realizar estudios de cráneo y rodilla y que sufrió algunos retrasos por la crisis de materiales de construcción. Gijón estrena resonancias por todas partes. A la del Begoña se suma la de Jove, en marcha desde noviembre del año pasado, y se incorporarán en los próximos meses la del Hospital Covadonga, que la está soterrando –con retraso, también, por la crisis de materiales– y las de la red pública que albergarán Cabueñes y el centro de salud de Puerta la Villa, que tendrán que estar funcionando antes del verano de 2023.

Las inversiones privadas se completan con el Hospital Covadonga, que sigue con su reforma integral, planta por planta, en la que es la mayor inversión de su historia y que, en parte por el encarecimiento de materiales, apunta a que superará los seis millones de euros. El complejo va más o menos cumpliendo sus plazos previstos y ya ha estrenado recursos como el Instituto de la Mujer y su hospital de día. Estas semanas ultiman labores en plantas y la única fase que tienen más parada es la del soterramiento de su aparato de resonancia, aunque confían en saldar la reforma este año.

Desde que el complejo pasó a manos de Jesús Kocina a mediados de 2020, además de renovar su marca y abandonar su categoría de “sanatorio”, el centro también se alió con EsClinic, para facilitar poder pasar consulta en el centro de Gijón. En estos meses, por último, y ante el auge de la demanda de la red privada en la ciudad, Kocina busca también un nuevo edificio, también en el centro, una búsqueda que se está complicando por el volumen de metros cuadrados que quiere el hospital.

Cerrando la parte hospitalaria, por último, el Hospital Cruz Roja también está en obras y, según el personal, acabarán también este año. Van con cierto retraso por la misma crisis de materiales, pero mantienen el proyecto de crear una unidad de paliativos –el centro ya los ofertaba, pero el auge de la demanda les lleva a reforzar este área– en la primera planta con catorce habitaciones individuales. Esta obra salió adelante después de que durante esta pandemia el complejo se hiciese con un nuevo local anexo al centro al que derivó su atención de consultas externas, por lo que ganó espacio en su edificio principal.

En el ámbito de la atención primaria, Salud mantiene su compromiso de que este año comiencen las obras del consultorio de Nuevo Roces, para el que ha tenido que elevar su presupuesto hasta los 4,3 millones con la esperanza de evitar, así, que la licitación del contrato quede también desierta, como la de Cabueñes. Mientras, en el barrio celebran el inicio de otra obra sanitaria, una mutua privada que ya realiza estos días los primeros movimientos de tierra. Ibermutua, la entidad del proyecto, anunció para esta obra una inversión de cinco millones de euros incluyendo los más de 475.000 que se destinaron a comprar la parcela en un margen de la calle Alicia Concepción. En la red de centros de salud, aunque de momento sin plazos de obra, avanza también la redacción del proyecto para reformar el de La Camocha y los trámites para reconfigurar el de Puerta de la Villa en lo que Salud asegura que será el “gran centro radiodiagnóstico” fuera de la red hospitalaria. Estas inversiones radiodiagnósticas, incluyendo las mejoras en Cabueñes, ascienden a unos ocho millones y tienen que estar ejecutados de aquí a un año.

También en los próximos meses, tendrá que validarse el anunciado proyecto del Sporting de crear una macroclínica en Mareo con fondos del CVC. Se espera que La Liga dé luz verde al plan próximamente. También sigue sobre la mesa la intención de diseñar un gran centro comunitario para la salud mental en la red pública que se quiere construir junto a Cabueñes.

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