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Uno de los bocetos de El Molinón incluidos en el proyecto del Grupo Orlegi. | LNE

Un proyecto histórico para la ciudad desvelado por LA NUEVA ESPAÑA

El proyecto de Orlegi en El Molinón exige al menos año y medio de trámites urbanísticos

El Sporting, que quiere exponer su plan cuanto antes al Ayuntamiento, aspira a dinamizar Gijón y Asturias igual que el "efecto Guggenheim"

Las siguientes semanas serán cruciales para el proyecto "Asturias 2030" de Orlegi Sports, que ha generado un profundo debate en la ciudad tras desvelar LA NUEVA ESPAÑA algunos de los bocetos presentados por el grupo mexicano a organismos deportivos la pasada semana. Los dueños del Sporting confían en dar pasos cuanto antes para iniciar los trámites urbanísticos que permitirán llevar a cabo su plan, un proceso que los expertos fijan en un año y medio. Como mínimo.

Orlegi tiene previsto mantener en los próximos días (aún no hay una fecha fija) un encuentro con todos los grupos municipales, quienes, por el momento, esperan para posicionarse a conocer mejor los entresijos de tan ambicioso plan. Preocupa especialmente cómo sería la financiación para llegar a esos 300 millones que costaría, según los primeros informes, toda la obra.

La directiva rojiblanca, además, quiere poner su proyecto sobre la mesa de Urbanismo cuanto antes. Hasta el primer cuatrimestre de 2024, en cualquier caso, no se conocerá si El Molinón albergará la Copa del Mundo 2030 o no. Pero las obras en el estadio y su entorno son muy potentes y podrían dilatarse varios años. Y, para que salga adelante su plan transformador, es imprescindible que el pleno municipal apruebe la modificación del PGO.

Ese cambio normativo se necesita para la demolición y reconstrucción de El Molinón, crear un parking subterráneo, una zona verde de 25.000 metros cuadrados y para la construcción de dos grandes torres. Se trata de un proceso que, según remarcan los especialistas, será complejo. "Reformar el PGO implicaría un año y medio mínimo antes de que se pueda comenzar con la obra", aseveran distintos expertos. La incertidumbre política actual que vive la ciudad, con elecciones en mayo de 2023, no ayuda a agilizar los movimientos.

El paso ahora del grupo mexicano es llevar al Ayuntamiento sus planes. Acumula semanas de mucho trabajo para perfilar todos los detalles. Creen que el proyecto es muy ambicioso y se sustenta, sobre todo, en dos pilares: sostenibilidad a largo plazo y rendimiento económico. Se pretende que el estadio esté vivo toda la semana con distintas áreas comerciales, y no solo en los días de partido. Orlegi cree que este proyecto tendría un "efecto Guggenheim" para Gijón. "Supondría algo similar a lo que significó el Guggenheim en su momento en Bilbao. Será un polo económico para la ciudad", explican actores metidos en el proyecto. Una vez presentado a los partidos políticos de la actual corporación, el grupo mexicano llevará su plan a la concejalía de Urbanismo.

Los nuevos propietarios del Sporting deberán presentar la maqueta con el proyecto ante la necesidad de reformar el Plan General de Ordenación (PGO) actual, aprobado en enero de 2019. También hará falta la evaluación del impacto ambiental que tendrá la obra prevista por el arquitecto Sordo Madaleno. David Guerra, presidente ejecutivo del Sporting, liderará varios de estos encuentros.

El proceso, que consta de varias fases, comenzará ya con la confirmación de esa esperada reunión con el área de Urbanismo donde se espera la presencia de Dolores Patón, la concejala, y Gonzalo Canga, director general. Si el Ayuntamiento acepta, "Asturias 2030" entraría después en una fase burocrática lenta, llena de trámites, que se dilatará varios meses: informes de los técnicos municipales, comisión de Urbanismo, alegaciones... Así, hasta que el proyecto llegue a pleno para su aprobación inicial. Y, después, a la comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA). Por último, también deberá ser validada por los grupos municipales en un segundo pleno. No hay una fecha cerrada para comenzar a operar, aunque se trabaja sobre la idea de hacerlo en 2025 para que la obra esté terminada meses antes del comienzo del Mundial (2030). Todo dependerá de cómo avance el proceso con el PGO, claro. Pero, sobre todo, de que la Candidatura Ibérica, la gran favorita, albergue la Copa del Mundo, confirmando que El Molinón es sede. Eso se sabrá el primer cuatrimestre de 2024. Hasta ese momento no habría certeza sobre qué pasaría con el megaproyecto de Alejandro Irarragorri, que observa este plan como un pilar fundamental.

La obra que tiene en mente Orlegi es compleja, repleta de interrogantes. Porque sería el Ayuntamiento quien como dueño del campo tenga que autorizar la demolición de El Molinón y encargar la obra. También porque tiene que llegar a varios acuerdos: con la actual concesionaria de los bajos, los dueños de las parcelas privadas donde se pretende edificar dos grandes torres... "El proyecto es tan potente como complejo", sostiene un especialista en urbanismo.

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