La revisión estructural de los colegios se ampliará a todos los centros de Primaria

Las inspecciones, que dejan fuera a los edificios de reciente creación, se centrarán en los forjados sanitarios similares a los del Rey Pelayo

Por la izquierda, Salomé Díaz Toral, Natalia González y Pedro Fernández Guerrero, ayer, en el salón de recepciones del Ayuntamiento, durante la presentación del plan. | Ángel González

Por la izquierda, Salomé Díaz Toral, Natalia González y Pedro Fernández Guerrero, ayer, en el salón de recepciones del Ayuntamiento, durante la presentación del plan. | Ángel González / Pablo PalomoP. Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Obtener una radiografía general del estado de todos los colegios de la ciudad. Este es el objetivo que se ha marcado ahora el gobierno local, que extenderá los informes técnicos de evaluación de los edificios a todos los centros educativos de Educación Primaria, salvo aquellos de más reciente construcción, tengan o no más de cincuenta años para poder descartar daños estructurales. En los colegios donde haya forjados de la misma tipología que los del Rey Pelayo, donde el pasado 12 de enero colapsó un aula debido a la corrosión provocada por la humedad acumulada con los años en los forjados sanitarios de la planta baja, se analizarán también estas estructuras accediendo a las cámaras sanitarias para tener datos que permitan anticiparse a accidentes como el del centro de la avenida Constitución. "Al analizar todos los centros podremos extraer una visión global de sus problemas", explicó ayer el director general de Obras Públicas, Pedro Fernández Guerrero, que estuvo acompañado por las concejalas de Educación y Obras Públicas, Natalia González y Salomé Díaz Toral.

Hasta la fecha, se habían realizado los informes de evaluación de edificios en ocho colegios. Nueve, si se tiene en cuenta que el Rey Pelayo fue inspeccionado en el 2020. Las revisiones se hicieron a lo largo de octubre del año pasado en el Alfonso Camín, Pumarín, Honesto Batalón, Cabueñes, Federico García Lorca, Xove, Pinzales y Miguel de Cervantes. Los técnicos confirmaron la ausencia de problemas estructurales. Grietas, fisuras, goteras, humedades y algún desprendimiento fueron lo que encontraron. Estas inspecciones, aunque minuciosas (cada informe tenía más de 50 hojas), se efectúa a simple vista. Es decir, no se llegó a entrar en las tripas de los colegios, en los forjados sanitarios, como si se hizo en el informe preliminar de los daños del colegio Rey Pelayo elaborado por la empresa Cadesa. "Son informes de carácter organoléptico. Es decir, de lo que se puede percibir con los cinco sentidos", matizó Fernández Guerrero.

Lo que ahora se quiere hacer es extender estos informes de evaluación de los edificios a todos los colegios de la ciudad, excepto aquellos de más reciente construcción. En la comparecencia de ayer se citó que no entrarían ni en el Jovellanos ni el Campoamor, así que serían cerca de una treintena los centros inspeccionados. Hasta ahora, ese compromiso llegaba a los edificios municipales de 50 o más años. Se adquirió en enero del año pasado, tras el derrumbe de la fachada del colegio San Vicente de Paúl. Este derrumbe tuvo unas causas parecidas a las del aula del Rey Pelayo. Se produjo por una corrosión de los forjados provocada por filtraciones de agua de lluvia con el paso de los años.

"El bloque de los edificios escolares es, excluyendo los museos, el bloque más antiguo que tenemos en propiedad municipal", recordó el director general de Obras Públicas para explicar el por qué de la importancia de acometer ahora estas revisiones que se quieren poner en marcha a lo largo de este curso. Los análisis de los forjados sanitarios se harán en los casos que sean necesarios. No en todos los colegios porque básicamente no todos ellos tienen el mismo forjado en la planta baja que hay en el Rey Pelayo. El de Xove, por ejemplo, no lo tiene. "Ya hemos visto, en algunos centros analizados, que es conveniente añadirle ese segundo repaso. El servicio de Arquitectura ya nos ha recomendado varios, pero por ahora no hay ningún dato que nos induzca a pensar que haya problemas estructurales, pero al no poder acceder a la parte baja de esos forjados nos parece conveniente habilitarlo", tranquilizó Fernández Guerrero.

Los accesos a las cámaras sanitarias, explicaron ayer, no entorpecerá las clases en los colegios. Los accesos los harán técnicos municipales, mientras que las inspecciones las harán técnicos especializados. "La fecha en la que se tendrán terminadas las inspecciones dependerá también de los presupuestos, pero si hay un problema grave se solucionará inmediatamente", zanjó Fernández Guerrero.

La inversión municipal en mantenimiento en este mandato supera los tres millones de euros

A 3.133.926,94 euros asciende la cifra que el Ayuntamiento ha destinado en estos casi cuatro años de mandato al mantenimiento y la iluminación de los colegios. Es decir, a aquellas pequeñas obras que todos los años las direcciones de los centros trasladan al gobierno local para que luego los técnicos determinen qué actuaciones son las que más urgen hacer. Este dato lo ofreció ayer la concejala de Obras Públicas y Proyectos de Ciudad, Salomé Díaz Toral, que ayer debutó en rueda de prensa en su nuevo cargo, tras la renuncia hace varias semanas de Olmo Ron. Díaz Toral recordó que aquellas necesidades que pueden entrañar un peligro para los escolares se acometen directamente y que el resto, las que son menos urgentes, las evalúan técnicos de la concejalía. Las que se hacen y las que no dependen de esos criterios. "Ahora, estamos procediendo con los pliegos para acometer las revisiones del resto de colegios. Lo que sucedió en el Rey Pelayo era algo imprevisible", explicó la edil, que recordó que trabaja de forma coordinada con su homóloga en Educación. Dichos informes serán trasladados a la Consejería de Educación. "Vamos a demandar una reunión con la consejería para poder tratar todas estas cuestiones", puntualizó, por su parte, la concejala de Educación, Natalia González, que durante su intervención explicó el protocolo que siguen los centros para remitir aquellos problemas que les van surgiendo en el día a día. Por otro lado, la edil de Educación desveló que las peticiones de cara al próximo curso cerraron el pasado 31 de enero. Prácticamente todos los colegios de Primaria (que son de titularidad municipal) han referido alguna necesidad que debería subsanarse. En otro orden de cosas, las dos concejalas y el director de Obras Públicas apuntaron a que el informe definitivo sobre el estado de la estructura del colegio Rey Pelayo estará listo la semana que viene. "Van en plazo. Las conclusiones que se saquen de este estudio las vamos a remitir a la consejería de Educación. Las labores que haya que hacer creemos que trascienden de las de mantenimiento que tiene que hacer el Ayuntamiento. Trataremos de hacer un trabajo coordinado con ellos en las cuestiones relativas a la inversión", explicaron.

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