Se demora su extradición: este viejo (y temible) conocido de la Policía de Gijón vuelve al banquillo en los juzgados

El exmilitar senegalés Papa Gore, en prisión por otras causas, afronta ahora otros cuatro años y medio de cárcel por lesionar a los agentes en Montevil

Papa Gore, durante su último juicio en el que fue condenado por amenazas a su pareja.

Papa Gore, durante su último juicio en el que fue condenado por amenazas a su pareja. / Á. G.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

El exmilitar senegalés Papa Gore Ndoye, conocido por protagonizar varios episodios violentos en la ciudad, tanto con la policía como relacionados con la violencia de género, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados para responder a los delitos de atentado a la autoridad y lesiones después de lesionar a al menos nueve policías durante una intervención en la calle Jacques Ives Costeu, en el barrio de Montevil en mayo de 2021. Este individuo cumple condena en el Centro Penitenciario de Asturias y hasta se llegó a formalizar la autorización judicial de su expulsión de España, pero tanto se ha demorado el proceso que este nuevo caso se llegó a reabrir. Afronta ahora cuatro años y seis meses de cárcel, el pago de multas por valor de 9.360 euros e indemnizaciones a los policías afectados que superan los seis mil euros. El juicio todavía espera fecha.

Este caso, el último protagonizado por el exmilitar senegalés antes de ingresas en prisión preventiva, se originó a raíz de una discusión entre este hombre y su entonces pareja sentimental. Ambos convivían en un piso del barrio de Montevil. Se inició entre ellos una disputa que motivó que uno de sus vecinos alertase a la Policía Nacional. Hasta el lugar se desplazó una patrulla. Los dos primeros agentes en llegar, "debidamente uniformados y ejerciendo las labores propias de su cargo", según se detalla en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, llamaron a la puerta del domicilio. Les abrió el ahora procesado, que comenzó a gritarles que "tanto la policía como las mujeres españolas le acusaban falsamente y que tanto la policía como las leyes españolas no valen para nada". Acto seguido, tras pedirle uno de los agentes que abriese la puerta y dejase salir a su novia, se puso muy violento. "Guiado por el ánimo de denigrar el principio de autoridad, agarró al agente por la espalda y le dio un fuerte empujón hacia el exterior de la vivienda".

La violencia de Papa Gore contra los dos agentes motivó que en la zona se personasen más dotaciones. El exmilitar prosiguió pese a todo con la misma actitud, "dando golpes contra todo y retorciéndose para zafarse de la policía", relata la Fiscalía. Varios agentes resultaron lesionados durante el operativo para proceder a su arresto. No fue fácil, pero lograron esposarle y trasladarle al coche para llevarlo a la comisaría. Durante el traslado, además de insultar a los agentes y amenazarles ("si estuviera en mi país os mataba todos", "si quiero os pongo una bomba y os mato a todos" o "yo fui militar", entre sus proclamas), también causó daños importantes en el vehículo policial. Llegó a desencajar una de las puertas.

Al llegar a la comisaría de El Natahoyo la situación no mejoró. De hecho, siguió dando voces y golpes hasta que los agentes (de nuevo alguno volvió a resultar lesionado) lograron introducirle en el calabozo. Ya al pasar a disposición judicial se decretó su ingreso en prisión preventiva. Un amplio dispositivo de la Guardia Civil escoltó el furgón hasta el Centro Penitenciario de Asturias. Desde entonces, Ndoye ha ido acumulando condenas por las distintas trifulcas que ha protagonizado en los últimos años, y que todas han terminado en condena. Ahora volverá ante el juez, afrontando cuatro años y medio de cárcel a sustituir por seis años de expulsión de España. Expulsión que no termina de llegar.