"Lo volveré a hacer": así es y actúa el pionero asturiano en llevar angula a la mafia china, que la llegó a pagar a 4.600 euros para "dársela a mi madre, que le encanta"

Ganador habitual de la subasta de San Juan de La Arena, Delfín Jesús G. M. es un empresario radicado en Gijón, "educado" a la par que "altivo y prepotente", que intentó "pescar" también en una época sombría del Club Hípico Astur (CHAS)

Delfín Jesús G. M. a su salida del juzgado y rumbo a la cárcel; en el círculo, tras ganar la primera subasta en San Juan de la Arena de la última temporada de angula.

Delfín Jesús G. M. a su salida del juzgado y rumbo a la cárcel; en el círculo, tras ganar la primera subasta en San Juan de la Arena de la última temporada de angula.

Pablo Tuñón

Pablo Tuñón

Inicio de la última temporada de angula. Subasta en San Juan de la Arena (Soto del Barco), la principal capital asturiana del "oro blanco" del mar, que cada vez escasea más. A la rula sotobarquense llega el balance de la primera captura: se produce una pírrica primera subasta con 90 gramos del alevín de la anguila. Y ahí llega él, sin problemas en aflojar la billetera. Se lleva la angula a 4.599 euros el kilo. Posa feliz con su escasa adquisición. Y cuenta lo que quiere hacer con ella: "Me las comeré yo. O, mejor, se las voy a dar a mi madre, que le encantan".

Él es Delfín Jesús G. M. Regenta la empresa Angurricas, con nave y vivero en la carretera de Soto del Barco a L'Arena. Y ahora vuelve a estar en prisión, donde tuvo una corta estancia anterior. La Guardia Civil lo detuvo como el cabecilla de la red de tráfico de angula desarticulada esta semana en Asturias, con una sonora operación desplegada en Gijón, Castrillón y Soto del Barco. Junto a él cayeron dos supuestos colaboradores, también viejos conocidos de la Guardia Civil, como él: Pablo A. P., vecino de Piedras Blancas aunque sortobarquense de nacimiento, y César T. C., vecino de Gijón. Posteriormente hubo un cuarto detenido.

Precisamente en Gijón está establecido Delfín Jesús G. M. Fuentes conocedores de las investigaciones y operaciones en las que cayó, y ya van varias, le sitúan como uno de los pioneros a nivel nacional en llevar la angula al mercado asiático. Esto es, ser proveedor de las mafias chinas que compran angula en el mercado negro, pues está prohibida su exportación fuera de Europa al ser especie protegida, y la engordan en cebaderos en el país asiático para luego venderla ya como anguila, un producto muy apreciado en mercados como el japonés.

"Educado" pero también "altivo"

Estas mismas fuentes lo definen como un hombre "educado", que "cae bien". Tiene aptitudes de "gran emprendedor". "Si usara ese talento para otros fines le iría mucho mejor... Lo que pasa es que el tráfico ilegal de angula es lo que mejor sabe hacer", sostienen quienes conocen sus avatares con la justicia y la Guardia Civil.

Se trata así de un empresario al que "le salieron los dientes con las angulas y sabe mucho del negocio". Todo un pionero, en definitiva, que ya cayó en la primera gran operación de la Guardia Civil contra el mercado negro de este manjar, la "operación Suculenta". Junto a él saltó en esa operación el nombre de otro empresario de mariscos de Cataluña, llamado Juan Enrique B. F. Ambos se conocían, y del catalán y su familia, confirman fuentes, el asturiano "aprendió mucho".

Sin embargo, pese a ser "bastante educado" en circunstancias normales, Delfín Jesús G. M. muestra su "carácter altivo y un poco prepotente" con cierta frecuencia. Así ocurrió este viernes cuando llegó al juzgado de Pravia a declarar, cabeza alta y a rostro descubierto, tras ser puesto a disposición judicial. La salida, tras decretarse su ingreso en prisión provisional, ya fue diferente: tapándose con una chaqueta.

Pero su cara ya es muy conocida. En las subastas de angula y también en los juzgados y en la Guardia Civil. Su línea telefónica ha sido intervenida en alguna que otra ocasión. "Es buen amigo de sus amigos", dicen quienes lo conocen. Y en sus brotes de altivez también habla en ocasiones más de la cuenta, como cuando fue detenido por primera vez y soltó que "en la temporada siguiente de angula lo iba a volver a hacer". Y ciertamente cumplió aquel "lo volveré a hacer".

Esa "operación Suculenta" le valió una primera condena tras asumir su responsabilidad. La confesión le sirvió de atenuante y quedó con una pena baja que tuvo que cumplir: cuatro meses y quince días de prisión y una multa de 100.000 euros. Pero llegaron más operaciones. La Guardia Civil le atrapó en otras temporadas de angula, pero en algunas no lo logró pese a seguirlo. Y llegó a pisar la cárcel, con una corta estancia, tras reincidir. Ahora vuelve a estar entre rejas de forma preventiva, precisamente por su reincidencia pero también por su riesgo de fuga.

Existe una posibilidad de que Delfín Jesús G. M. tenga vías de escape. Mantiene cierta vinculación con Latinoamérica. ¿Pero por qué repite una y otra vez con el tráfico de angula pese al riesgo de ser cazado, máxime cuando la Guardia Civil ha ido intensificando sus investigaciones y mejorando su eficacia? La Guardia Civil tiene constancia de su vínculo con Venezuela, donde ha viajado mucho. Por eso, quienes conocen e investigan su actividad tienen la sospecha de que "está amasando dinero todo lo que pueda antes de irse" al país latinoamericano. Una posibilidad de fuga que podría ejecutar en el momento en el que se le acumulasen juicios y causas que puedan suponer ya estancias más largas en prisión.

Las formas del mercado negro

¿Y qué fórmulas utiliza el ahora encarcelado? El mercado negro de angula va variando en su juego al gato y al ratón con la Guardia Civil, los métodos de envío a china de los alevines, que en cualquier caso deben llegar siempre vivos para ser engordados en el país asiático. Delfín Jesús G. M. cuenta con un negocio legal y sus instalaciones asturianas para poder camuflar las partidas sin declarar que acaban en manos chinas.

No es necesariamente angula asturiana la que acaba en el mercado negro. "Se trafica con la angula legal y con la ilegal", aclaran expertos. Así, en otras operaciones se descubrió que utilizaban angula extraída, por ejemplo, en Portugal. "Allí es donde más consiguen, es donde más se pesca de manera ilegal. Solo se puede capturar en el río Miño, pero los portugueses pescan a saco por todo Portugal", agregan. Delfín Jesús G. M. ya fue apresado tras traficar con alevines de aguas portuguesas.

Lo que tienen claro los investigadores es que "él compra la angula legal en la lonja para justificar la que tiene en el vivero; compra al principio de temporada y le sirve de justificación para toda la campaña". Un ejemplo: si adquiere 20 kilos, "si le hacen una inspección en el vivero la tiene justificada". Explican fuentes conocedoras de estos casos que "luego compra todo lo que puede y la mete en el vivero, cuando reúne una buena cantidad, unos 100 kilos, las exporta ilegalmente, vuelve a comprar y las vuelve a meter en el vivero, y así continuamente". ¿Y qué hace si le llega una inspección a su empresa? "Presenta la documentación de la lonja de la primera que compró. Se le cuestiona que cómo es posible que desde noviembre tenga la angula allí meses después, pero afirma, por ejemplo, que no la ha conseguido vender".

Posible falsificación

En esta última operación, en la que la Guardia Civil le incautó kilos de angulas que tenía en su vivero de Soto del Barco, que serán reintroducidos en la naturaleza, sospechan que "también ha falsificado documentos de la rula para justificar la angula". Algo que podría venir derivado de la escasez de capturas legales de esta temporada, de la poca angula rulada. Y si no se rula por lo legal, no hay cobertura para los kilos del mercado negro. Si se confirmase que Delfín Jesús G. M. recurrió a facturas falsas para justificar angula, cabría la posibilidad de añadir otro delito al de tráfico de especies protegidas.

Todo eso se investiga bajo la instrucción de la magistrada de Pravia, Tania Fernández, titular de un juzgado que ya conoce bien el mundo del tráfico de angula. Allí se ha instruido también el caso de la "operación Fame", pendiente de juicio y en el que cayó otro empresario que cuenta asimismo con negocio de pescados y mariscos en el Bajo Nalón, Félix Manuel P. S. C.

Su historia con el CHAS

Delfín Jesús G. M. también ha desfilado por juzgados asturianos por otras causas derivadas de una frenética actividad empresarial no exenta de turbulencias. Le conocen bien en el Club Hípico Astur (CHAS), una entidad señera de Gijón que atravesó momentos muy delicados. Durante una etapa sombría, en un momento de desesperación económica en la que la directiva del club de entonces presentó un plan de salvación a base de concesiones de gestión a empresas, la figura de Delfín Jesús irrumpió con fuerza en el CHAS.

Proliferaron algunas firmas creadas para gestionar parcelas de la entidad. Entre ellas, Chas Pádel Gijón, con la que aquella directiva firmo un acuerdo para la gestión de las pistas de pádel del club a cambio de un supuesto compromiso de inversión y mejora de instalaciones. Pero aquel salvador plan quedó en fiasco, y el CHAS cambió de directiva, que rescindió los contratos firmados, incluido el del pádel, para lograr la salvación del CHAS por otras vías menos sombrías.

Delfín Jesús G. M., cuya sociedad no había invertido nada en mejorar las instalaciones deportivas, pidió un millón de euros por la rescisión del contrato. Pero el CHAS, bajo el mandato de Jesús Kocina, ganó la batalla judicial. Aquel contrato, sostienen quienes vivieron el asunto, "era fraudulento". Curiosamente, Delfín Jesús G. M. también acabó enfrentando un sonado litigio con el socio con el que se embarcó inicialmente en ese entramado empresarial para hacerse con la gestión del CHAS.

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