Entrevista | Carlos Manuel Pérez Director del Jardín Botánico Nacional de La Habana

«Vale la pena retomar el proyecto del bioma tropical caribeño en Gijón»

«Me ha impresionado lo que han podido lograr en este Jardín Botánico en un periodo realmente corto de tiempo»

Carlos Manuel Pérez, en el Jardín Botánico de Gijón.

Carlos Manuel Pérez, en el Jardín Botánico de Gijón. / PABLO SOLARES

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Carlos Manuel Pérez, economista con una experiencia de 19 años en la Universidad de La Habana, es desde 2019 director del Jardín Botánico Nacional de Cuba, situado en La Habana, y que fue la inspiración que se tomó hace tres décadas desde Gijón para poner en marcha el Jardín Botánico Atlántico, una instalación que ha visitado por primera vez. Pérez disfruta estos días de los actos conmemorativos del jardín gijonés.

–¿Cómo es el Jardín Botánico Nacional de Cuba?

–El 24 de mayo festejaremos su 55.º aniversario. Es una institución muy importante en el país, es el Jardín Botánico más extenso del mundo, con 500 hectáreas. Cuando se ideó en 1967 se pensó en que a partir de los avances, desarrollo e investigación se pudiera crear una colección científicamente ordenada de plantas, para que fuese un espacio de recreo para la gente, y donde se hicieran investigaciones científicas. Fue el núcleo fundacional de la Escuela Cubana de Botánica. La construcción del mismo se encargó a la Universidad de La Habana, con el fin de que fuese una joya de la nación. Se desarrolló mucho en los 70 y 80, y ahora llevamos diez años en los que hemos retomado el proceso.

–¿Hacia dónde evolucionan?

–Somos una institución muy consolidada, con 32 investigadores profesores. Hemos estado investigando por ejemplo las plantas hiperacumuladoras de metales o desarrollando la producción de setas comestibles. Y ahora estamos introduciéndonos en el campo de la formación. Impartimos un grado de la Universidad, que contamos con más de 500 estudiantes, que cursan ocho asignaturas.

–¿Qué le ha parecido el Botánico de Gijón?

–Me ha impresionado lo que han podido lograr en un periodo realmente corto de tiempo. Los Jardines Botánicos son instituciones en las que se trabaja toda la vida. Es algo laborioso, porque se crea recolectando semillas, haciendo colección de plantas vivas y viveros. Y como las personas las plantas tienen un ciclo de vida. Cuando se ven las imágenes de cuando se inauguró no tiene nada que ver con lo que es ahora.

–Mencionaba antes la parte recreativa. ¿Cómo se debe equilibrar con la científica?

–El Jardín Botánico es un museo de plantas vivas, son para ser vistas, así que tenemos que entender la recreación en un plano más amplio, también en el de la educación ambiental. Se pueden hacer más cosas, como una boda siempre que no afecte a lo esencial, porque no debemos perder los equilibrios necesarios. Depende de cómo se organice también podría darse un concierto, por ejemplo, uno de guitarra que no afecte al medio ambiente. Hay que tener claro que no se pueden meter miles de personas, no tendría sentido. Nos pasa en Cuba, tenemos un récord de 300.000 visitantes al año. Pero si tenemos que elegir entre tener 5.000 visitantes un día y no poder gestionarlo adecuadamente, a tener 1.500 y poder gestionarlo mejor, nos quedaremos con esto último.

–¿Tienen en mente algún proyecto de colaboración para el futuro?

–Hay un proyecto muy bien pensando, que no ha sido completado. Se lo comenté a las tres alcaldesas en el encuentro del viernes, que valdría la pena completar el bioma tropical caribeño, que está marcado en ese plano de desarrollado del Jardín botánico. Ese bioma, en 2005 estaba proyectado y diseñado, pero por determinadas razones no se pudo concluir. Fue un trabajo intenso de investigadores del Jardín Botánico Nacional y del Jardín Botánico Atlántico. Sería importante retomarlo. Hay una historia muy bonita, que tiene que ver con la llegada de Colón a las Américas en 1492 y de las cosas que habló cuando descubrió la naturaleza, las plantas y aves que encontró en Cuba. Tiene un simbolismo importante que podamos acercar eso a Gijón.

–¿Hay disposición por las dos partes a llevarlo a cabo?

–Hay investigaciones muy avanzadas. En aquella época se comenzó la colecta de semillas de plantas que iban a ser desarrollados en ese bioma tropical caribeño. Conversé con las autoridades de Asturias y he visto una disposición positiva a trabajar, de retomar las investigaciones. Y también he transmitido la disponibilidad de las autoridades cubanas, de la dirección del Jardín Botánico Nacional, de la rectora de la Universidad de la Habana, y del Ministro de Educación Superior, de comprometernos con ese proyecto y echarlo adelante, siempre que las autoridades de Asturias y España estén dispuesto a hacerlo.

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