Entrevista | Carlos Blanco Actor, forma parte del reparto de la obra "Tercer Cuerpo", que se representa en Gijón el sábado en el teatro Jovellanos

Carlos Blanco: "Los actores secundarios somos importantes, no todo el mundo puede ser Quini, se necesitan más Ablanedos"

"Es importante apostar por el producto local, sus acentos son reales, con todos los respetos, Imanol Arias o Juan Echanove no pegan haciendo de narcotraficantes gallegos"

Carlos Blanco

Carlos Blanco / FDV

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gallego, con un acento inconfundible, Carlos Blanco es conocido por su participación en series como “Fariña” o "La unidad”. Este sábado estará en el teatro Jovellanos (20.30 horas) dentro del reparto de la obra “Tercer cuerpo”, en la que también estarán presentes Natalia Verbeke o Carmen Ruiz.

-¿El noroeste olvidado también necesita reivindicarse en la cultura?

-Es muy necesario. Series como “Fariña” o “Patria” han sido muy importantes, porque se apostó por el producto local, autores de Galicia o el País Vasco, y han servido para poner en valor la calidad periférica. Y el resultado fue espléndido, con acentos reales, conocimiento también real de lo que se hablaba. Y ahí tenemos un antes y después. Ahora estaría bien que en Asturias también se apostase por el producto local, mostraría el nivel altísimo que hay, en lugar de meter, con todos los respetos, a las estrellas, porque por ejemplo el público no acabaría de ver a Imanol Arias o Juan Echanove haciendo de narcotraficantes, no se lo creería igual que con un actor gallego.

-Llega al Jovellanos con la obra “Tercer cuerpo”. ¿Qué se encontrará el público?

-Una magnífica comedia. Muy bien escrita por uno de los grandes directores mundiales como es Claudio Tolcachir que dirige en Argentina, Portugal o España. Esta función nació en Buenos Aires, recorrió el mundo, y ahora la españolizamos. Le metemos expresiones propias, nos divertimos. Es una hora y veinte en la que el público pasa por todo tipo de emociones. Se pasa de la carcajada a sobrecogerse muy rápidamente. Hay cinco personajes, que son cinco soledades, y una única escenográfica que se convierte en un bar, consulta médica, casa o lugar de trabajo a una velocidad enorme. Es una obra sorprendente, que llega a Gijón en un momento óptimo, porque estamos terminando la gira y la función está muy sólida. La obra es una máquina de diversión, 80 minutos que no dan respiro.

-La describen como la historia de un intento absurdo. ¿Sirve para transmitir esa idea de que hay que arriesgarse en la vida y salir del confort?

-Seguro que los espectadores se identificaran con algunos de los personajes, que son cinco seres que no se atreven a hacer cosas. Está Sandra, interpretada por Natalia Verbeke, que es una mujer que no se atreve a tener un hijo. Está Moni, de la que hace Carmen Ruiz, que es una metepatas profesional. O Héctor, el que interpreto yo, que es un tipo hipertímido, apegado a su madre, y cuando la pierde no sabe lo que tiene que hacer. Es un personaje que necesita un cambio en su vida, pero no se atreve.

-¿Está en ese momento de su vida que disfruta más que nunca de teatro?

-Es que en realidad nunca he dejado de estar muy pegado al teatro, porque nunca he hecho menos de 100 actuaciones por año. Es muchísimo. Mi trabajo es no parar. Es verdad que el lugar donde un actor se siente muy vivo es en el escenario. Es donde me siento más feliz, debería jubilarme, pero no tengo intención de hacerlo, sino tendría un mono terrible.

-Ha comentado que siempre ha hecho el papel de secundario, pero que no se rendía para hacer un personaje principal. ¿Se valora lo suficiente a los segundas espadas?

-En una serie o una película hay dos o tres protagonistas, y después muchos secundarios, que son muy necesarios. Claro que gusta un papel más largo, para tener más presencia en cámara. Pero también es cierto que nos necesitan a los secundarios mucho, porque sin ese eslabón la obra se cae. El problema es que luego vienen “Los Simpsons” y meten al actor secundario Bob en ese paquete (risas). Lo que hay que pensar es que hay que salir al campo, en este caso el escenario a darlo todo. No todo el mundo puede ser Quini, hay que ser Ablanedo también, que soy más de ese perfil.

-Se encuentra en el reparto de la serie de televisión “La unidad”, que lanzará a final de mes su tercera temporada. ¿Hemos recuperado de nuevo series que duran más allá de su estreno?

-Aquí será ya la tercera y última. Ha tenido continuidad esta serie porque estaba muy bien hecha, porque es una unidad real, antiterrorista, que inició la lucha contra ETA y que se recicló con la lucha antiyihadista. Ha sido un lujo participar en esta serie. En esta temporada participo muy poco, porque me llamaron para rodar la segunda temporada de “Rapa”, donde tengo un miliar almirante que me cautivó y me ayudó a dejar de fumar. Pero sí que me alegra que las series tengan continuidad, porque por ejemplo “Fariña” estuve más de seis meses para preparar el personaje de Oubiña, y luego la serie solo duro una temporada y estuvimos cuatro meses. Merece la pena que tengan más rodaje, para disfrutar más de esa preparación que se ha llevado a cabo.

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