Naval Gijón es una zona "segura en oleaje, pero con lodos", advierten piragüistas y nadadores

El antiguo astillero exigiría "una depuración a fondo" de sus aguas, un problema que ya motivó su cierre como espacio deportivo en 2021

Entorno de Naval Gijón. | Ángel González

Entorno de Naval Gijón. | Ángel González / S. F. LombardíaA. M.

S. F. Lombardía / A. M.

Mientras avanza el diálogo entre el Grupo y el gobierno local para estudiar la viabilidad de salvar una lámina estable de agua en el río Piles, el sector deportivo de la ciudad estudia la que se mantiene ahora como principal opción alternativa al piragüismo en la ciudad: Naval Gijón. Y, por ahora, los socios del Grupo, usuarios de kayaks y nadadores del Santa Olaya lanzan, cada uno a su manera, una misma preocupación: la salubridad del agua de un enclave que, por su uso industrial, acumula en su fondo "un problema, no se sabe cómo es de serio, de lodos". Los deportistas recuerdan estos días el principal antecedente de intentar recuperar Naval Gijón con un uso recreativo: el canal de nado que se habilitó a finales de 2021 y que solo duró unas semanas abierto. "En Naval Gijón tú te acercas y, por la apariencia, piensas: esto parece una piscina muy grande. Pero luego te das cuenta de que no es así. Hablamos de un lugar que servía de desguace de barcos. Hoy por hoy, no es un lugar digno para nadar porque no es un espacio saludable", aseguró ayer Gonzalo González, vicepresidente del Santa Olaya.

Desde el club de natación aportan otro dato que aprendieron en aquellas semanas de uso del antiguo astillero: el dique del Puerto y la propia estructura del entorno reduce bastante el oleaje. "La sensación es que es un espacio bastante seguro, aunque menos que el Arbeyal. Por nuestra parte, nos encantaría que Naval Gijón se limpiase y pudiese recuperarse como un espacio digno de uso, porque la salida al mar del astillero es mucho más segura que la de San Lorenzo, donde una lancha te puede llevar por delante", aclara el responsable.

Alberto Estrada, vicepresidente del Club Kayak Gijón, aporta una balance similar, pero con matices. "Cuando hablamos de un espacio industrial, es evidente que el fondo tiene que estar lleno de lodos, aunque por el nivel de calado ese no sería un problema muy relevante para los piragüistas", asegura. Su grupo, en Naval Gijón, ve más dudas relacionadas con el oleaje. "Es verdad que la zona está más protegida que otras, pero cuando sales al mar sí hay movimiento, y también lanchas y motos. Para un adulto Naval Gijón es bastante seguro, pero no vemos que pueda ser un espacio apto para niños", razona. Desde el entorno grupista, por último, explican que el antecedente del canal de nado está causando "muchas reticencias" en la entidad deportiva, y que los técnicos de la sección de piragüismo les han señalado que la práctica de este deporte "es una actividad de río" y que en Naval Gijón, "como mucho", podría impulsarse una actividad de kayak de mar.

Quejas de paseantes por el "desagradable" olor que emana del Piles

"El olor es muy fuerte y un poco desagradable. Venimos caminando y ya desde la entrada del paseo huele así de mal". Así se expresaron ayer varios de los paseantes que caminaron cerca de la desembocadura del río Piles en la playa de San Lorenzo, ayer por la tarde, a consecuencia de los fuertes olores que emanaban de las aguas del principal cauce de la ciudad. Este mal olor, que llega en pleno debate sobre los usos del río en medio de su proceso de renaturalización, causó molestias ayer a los visitantes y a los residentes de la zona. Algunos de ellos ya están acostumbrados a que esto suceda. Es el caso de Sonia Martínez, una joven que ayer se encontraba corriendo por el paseo, también lo percibió. "Huele fatal, muy mal. Soy de aquí y es algo que suele ocurrir en verano y no sé por qué. No sé si deberían limpiar más", concretó. Algunos paseantes atribuyeron el fuerte olor a las algas en descomposición. Algo que ya sucedió hace dos días en la zona del Tostaderu, también en San Lorenzo.

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