El incremento del trasiego de carbones en el puerto de Gijón lleva a instalar una quinta grúa

La nueva estructura, que llegará hoy y se convertirá en la más grande de la ampliación de El Musel, permitirá a Alvargonzález agilizar las operaciones portuarias

A la izquierda de la imagen, cuatro grúas de Ership en el muelle Romualdo Alvargonzález, con otra de Bergé a la derecha, ayer por la mañana. | Juan Plaza

A la izquierda de la imagen, cuatro grúas de Ership en el muelle Romualdo Alvargonzález, con otra de Bergé a la derecha, ayer por la mañana. | Juan Plaza / M. C.

M. C.

El fuerte incremento en el trasiego de carbones por el Muelle Romualdo Alvargonzález (antiguo Muelle Norte), el principal de la ampliación de El Musel, ha llevado al grupo Ership-Alvargonzález a reforzar su posición con una nueva grúa del fabricante alemán Gottwald, que está previsto que llegue a lo largo del día de hoy al puerto gijonés, tras haber sido cargada en un puerto holandés en el buque "Aura". Será la mayor grúa con la que contará la ampliación de El Musel.

Una vez que se descargue y se ponga en servicio, ésta será la quinta grúa posicionada en el Muelle Norte, cuatro de las cuales pertenecen a Ership y la quinta a Bergé, compañías que tienen entre si un acuerdo de colaboración para el uso de las grúas de ese muelle de la ampliación. La nueva grúa será la segunda que en las últimas fechas traslada hasta la ampliación el grupo Alvargonzález, tras haber posicionado otra para reemplazar a una de las tres que ya tenía y que aún permanece en ese muelle, aunque ya ha quedado definitivamente fuera de servicio.

El Muelle Romualdo Alvargonzález está siendo utilizado por la multinacional Glencore para la descarga y carga de carbones y por Vitol Group para la carga para su reexpedición del carbón que descarga en la terminal de minerales Ebhisa. Entre ambos operadores internacionales mueven más del 90% de todo el carbón en tránsito que pasa por El Musel, esto es, el que se descarga en el puerto gijonés y vuelve a expedirse desde el mismo hacia otros países, previa mezcla del mineral para conseguir la calidad pactada con los clientes finales. Una mezcla que también se realiza en esa misma explanada de la ampliación portuaria, la más alejada del casco urbano de Gijón.

En lo que va de año, la cantidad de carbón en tránsito que se ha movido por el puerto gijonés ya ha superado los cinco millones de toneladas. En los siete primeros meses del año la cifra fue de 4.834.358 toneladas frente a las 854.415 del mismo periodo del año pasado, lo que representa un incremento del 465,81%.

Tras el estallido de la guerra en Ucrania, el atasco en los puertos del norte de Europa en los que tradicionalmente se realizan este tipo de operaciones de transbordos, ligado al veto a las importaciones de carbón ruso en la UE que obligó a buscar otras fuentes de suministro, es lo que motivó que pusieran el año pasado sus ojos en El Musel la principal compañía del sector, Glecore, y el principal operador independiente en la compraventa de carbones, Vitol Group.

El carbón que llega a El Musel de mano de estas compañías proviene fundamentalmente de Sudáfrica, Australia, Canadá, Indonesia y Estados Unidos. Junto a ellos, en el Musel operan otras cuatro empresas que también se dedican a la compraventa de carbones. Los países a los que suministran los seis operadores incluyen desde Polonia, Suecia, Rumanía, Reino Unido, Noruega, Italia, Holanda, Finlandia, Alemania, Francia e Islandia, hasta India, Malasia, Turquía, Egipto y Togo.

Con el posicionamiento de una nueva grúa en el Muelle Romualdo Alvargonzález, se conseguirá cargar y descargar los grandes barcos graneleros con mayor agilidad con ritmos, según fuentes portuarias, equiparables a los de las principales terminales europeas del sector. La apuesta también implica unas ciertas perspectivas de continuidad a medio plazo de este tráfico granelero que, a diferencia de lo que ocurría cuando se descargaba en El Musel carbón para las centrales térmicas de Asturias, León y Palencia, no es un tráfico cautivo dado que los clientes finales están en otros países. Esto es, la competitividad del puerto gijonés es clave para la continuidad de esta actividad.

Glencore y Vitol Group no son los primeros grandes operadores del sector que han tenido actividad en el puerto gijonés. En 2012 Goldman Sach almacenó durante varios meses en la ampliación 156.000 toneladas de carbón térmico, que acabó vendiendo a la térmica de Aboño, sin llegar a ampliar sus acopios.

Entre 2018 y 2020 también tuvo una alta actividad en el puerto gijonés la compañía Natural Mining Resources, dedicada a la importación de carbón de Rusia y países limítrofes para su reexpedición a otros destinos. Esta empresa, que está en concurso de acreedores y envuelta en investigaciones penales por supuestos delitos económicos, realizó en 2020 el transbordo de 3,2 millones de toneladas de carbones, entre otros graneles que movió por el Puerto o acopió en sus muelles aquel año.

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