Examen a los logros y metas de la Declaración de Derechos Humanos

"Al principio hubo ciertos avances, pero ahora estamos en una involución", señalan expertos en una mesa redonda en Gijón

Por la izquierda, Carlos Ponte, Yayo Herrero, Irene Sánchez, Alfonso Armada y José Ignacio Velasco, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón.

Por la izquierda, Carlos Ponte, Yayo Herrero, Irene Sánchez, Alfonso Armada y José Ignacio Velasco, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón. / Ángel González

Pablo Antuña

Pablo Antuña

La Declaración de Derechos Humanos cumplió el pasado 10 de diciembre 75 años. Todo un hito que se sometió a examen, con los logros conseguidos y las metas que quedan para el futuro, en el transcurso de una mesa redonda con especialistas celebrada en Gijón en la Escuela de Comercio, en la que todos los ponentes coincidieron en lanzar un toque de atención. "Al principio hubo ciertos avances, pero ahora estamos en un momento de involución", afirmaron.

José Ignacio Velasco, responsable de Amnistía Internacional Gijón –la entidad organizadora–, presentó el acto con un mensaje un poco pesimista: "Quisiéramos ver que las cosas ha cambiado, pero a veces, desgraciadamente, en la vida de los seres humanos no vemos esos avances".

El coloquio estuvo moderado por Irene Sánchez, del Colectivo Cambalache, y contó con la participación del médico Carlos Ponte, que hizo un análisis desde el apartado de la salud; Alfonso Armada, periodista y escritor, que trató el derecho a la protesta; y Yayo Herrero, antropóloga, que se centró en el cambio climático.

"El problema de la salud es que se mueve dentro del paradigma biomédico, en donde se trata de combatir la enfermedad, pero se olvida de la salud. Y existe también el factor biopolítico, que hace que entre un 50 y 80 por ciento de los trastornos de salud se deban al contexto político", explicó Ponte.

Armada, por su parte, lamentó que exista un retroceso de la libertad de prensa. "En países que se suponía que debería estar protegido, hay asesinatos y persecuciones de periodistas, como en Malta, Eslovaquia, Países Bajos, Polonia y Hungría", lamentó. "Internet, más que hacer volar por encima de los límites fronterizos las noticias, lo que está consiguiendo es que circulen más rápido teorías conspiratorias". Herrero, de su lado, abundó en la necesidad de que se refleje al sujeto humano como "un ser necesitado de recursos de salud".

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