Entrevista | José Luis García Nicieza Presidente vecinal de Veriña

José Luis García Nicieza, presidente vecinal de Veriña: "La contaminación es un reto, un problema endémico"

"La asociación ‘San Martín’ está en el grupo de las veteranas y cada presidente ha recogido la herencia del anterior para mejorar"

José Luis García Nicieza, ayer, frente a la sede vecinal de Veriña.

José Luis García Nicieza, ayer, frente a la sede vecinal de Veriña. / Marcos León

Veriña festejará esta tarde, a partir de las 18.00 horas, los 40 años de la creación de la asociación vecinal "San Martín". Será en su sede vecinal, en un acto en el que se distinguirá como miembros de honor a los antiguos presidentes de la entidad. También se le hará entrega de este distintivo a LA NUEVA ESPAÑA. José Luis García Nicieza (Gijón, 1969), actual presidente de Veriña, ensalza el valor de esta celebración y mira hacia adelante. "Tenemos un pie en el pasado y otro en el futuro", expresa.

–¿Qué relevancia le da a este acto para conmemorar las cuatro décadas de la asociación?

–Tiene mucha importancia porque es un día para juntarnos y por la cantidad de tiempo que lleva viva la asociación. Está en el grupo de las veteranas de la ciudad. Son muchos años en los que cada presidente recogió la herencia del anterior para mejorar. Aquí hay mucho trabajo con mucha gente implicada. Como presidente sientes esa responsabilidad.

–¿Cómo se encontró Veriña cuando empezó su mandato?

–La ventaja que llevaba era que había estado como secretario. Conocía el día a día. Tuvimos unos comienzos duros porque coincidió con el covid. Intentamos mantener la asociación abierta, fuimos de las pocas que mantuvo las actividades dentro de las restricciones que había. También los cursos de formación para la gente mayor, que estaba aislada. Ha habido que pelear mucho, en la relación con el Ayuntamiento ha habido altibajos.

–¿Qué destaca de la labor de sus predecesores en el cargo, Ángel Uría, Aurora Rodríguez, Amancio López y Néstor Alves?

–Cada uno tiene su historia. El mérito de Ángel fue arrancar la asociación cuando no había movimiento vecinal. No había luz en la parroquia. Era como empezar en el paleolítico, sin normativa, en un localín sin equipamientos. Aurora comenzó en una etapa más modernizada, Amancio siguió con el trabajo y el día a día...

–¿Qué significó el traslado a la nueva sede?

–Esto es una maravilla, un lujo. La primera cuestión fue informatizar y poner la asociación al día. Intentamos que el local avance y aprovecharlo al máximo.

–¿Cuáles son los retos de Veriña?

–En el discurso que di en mis inicios dije que un reto era la contaminación, un problema endémico. Esto es una parroquia híbrida, con una parte muy marcada urbana y otra rural, donde hay casas espaciadas y con gente que todavía se dedica a la ganadería, por ejemplo. Tenemos los problemas de las dos zonas. Esta dualidad es un hándicap.

–¿El envejecimiento de los residentes también complica las cosas?

–En la zona rural hay mucha gente mayor que dificulta la modernización. Es más difícil explicarle a una persona mayor que haremos las gestiones por WhatsApp. Tenemos un pie en el pasado y otro en el futuro. Ya empieza a animarse gente a venir a vivir aquí.

–¿Qué cree que se le viene a la cabeza a los gijoneses cuando piensan en Veriña?

–Mucha gente lo asocia a la contaminación. Somos la frontera de Gijón con el oeste, una zona muy industrializada. Es el sanbenito que tenemos.

–¿Por dónde pasan las reivindicaciones vigentes de la parroquia?

–Como anécdota, hemos presentado más de 50 temas pendientes al gobierno local, desde la poda de un árbol que molesta a una vecina hasta la limpieza de la zona de EcoJove o el arreglo de la estación de Veriña. Queremos que se recupere el ascensor. Seguiremos peleando, pero veo voluntad, que ya es algo. Buscamos poner Veriña al día, pues llevamos años de cierto descuido. Queremos que la pila de lo que falta vaya bajando.

–¿Qué iniciativas hay en marcha como asociación?

–Queremos hacer un jardín vertical en la sede e involucrar a vecinos y colegios, aunque estamos pendientes del Ayuntamiento para vallar el local porque hemos tenido problemas.

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