Exhibición de altura de los Bomberos de Gijón en Mercaplana: "¡Maniobra finalizada!"

Ocho efectivos del servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos maravillaron a los niños con dos simulaciones de rescates: "Es una pasada"

En medio de su incontenible diversión, Mercaplana se detuvo ayer durante cerca de una hora para disfrutar de una exhibición de altura. Ocho efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de Gijón ofrecieron una demostración de rescates que generó una gran expectación entre los asistentes. "Puede motivar a que algún niño quiera ser Bombero o Policía de mayor, profesiones de seguridad ciudadana muy importantes", resaltó Alejandro Cuetos, jefe de turno de Bomberos.

Las prácticas se dividieron en dos momentos. En primer término, se simuló que un trabajador quedaba colgando de una cuerda. Con unas escaleras de gancho y unas cuerdas, varios miembros le socorrieron. La colaboración de los más pequeños fue una constante a lo largo de toda la exhibición, ya fuese tirando de una cuerda o sujetando una camilla. Tener ganas de ayudar y ponerse el casco, los requisitos imprescindibles. Las sirenas del camión de Bomberos resonaron en el pabellón central del recinto ferial Luis Adaro. "¡Vamos a animar!", gritaba uno de los bomberos protagonistas de la cita.

En la segunda parte de la "masterclass", se simuló un accidente y la posterior evacuación de un compañero. "¿Se hizo pupa?", preguntaba con consternación una cría que observaba los acontecimientos desde la distancia. En un abrir y cerrar de ojos, a la posición del bombero "maltrecho" llegó una camilla en la que se le colocó. Una vez pisó tierra, un grupo de niños se arremangó para llevarle hasta el camión. "¡Maniobra finalizada!", zanjaba el bombero que fue desgranando toda la operación. Una ovación clausuró una exhibición de la que muchos niños se llevaron un casco de seguridad como recuerdo. "Proteger, alertar y socorrer", resumió Alejandro Cuetos sobre los pasos a seguir si alguien se halla ante una situación de emergencia.

El pequeño Thiago Pindic, de 5 años, salió de Mercaplana con una nueva vocación: ser bombero. Alucinó con la "performance". "Fue preciosa, no pensé que podrían hacer tantas cosas. Me quedé impresionada", subrayó su madre, Estefanía Menéndez. Para ella, la receta para ser un gran profesional pasa por el apartado físico y, principalmente, por la "capacidad mental". "Pero hay que tener mucha fuerza", reconoció. David Pindic, de 11 años, no se plantea ser bombero, aunque eso no le impidió disfrutar. "Lo que más me gustó fue cuando bajaban con la camilla", explicó.

"Fue una pasada", sostuvo Roberto Menéndez, que presenció la exhibición con su hija Vega y su sobrino Roberto González. Los pequeños no perdían detalle de las maniobras mientras saltaban en las camas elásticas del pabellón central. Se ofrecieron como voluntarios para participar, pero no pudo ser. Como se quedaron con ganas de más, ahí estarán mañana. A partir de las 18.00 horas, los Bomberos brindarán otra demostración de sus capacidades. Una nueva tarde de altura en Mercaplana.

Suscríbete para seguir leyendo