La figura de la semana

Ana Figaredo Alvargonzález, una gijonesa con crédito mundial

La exitosa financiera, reconocida como mejor banquera de banca privada de grupo internacional, es la menor de siete hermanos, entre ellos Kike Figaredo, y se baña en el Cantábrico hasta en invierno

Caricatura de Ana Figaredo Alvargonzález.

Caricatura de Ana Figaredo Alvargonzález. / Mortiner

La gijonesa Ana Figaredo Alvargonzález acaba de ser galardonada con el premio a la mejor banquera de banca privada de grupo internacional en la segunda edición del "FundsPeople Meeting Point", un reconocimiento a su labor en el banco suizo Lombard Otier, del que es directora general para España desde hace más de una década.

Hija de Alberto Figaredo Sela y Ana María Alvargonzález, Ana Figaredo nació en Gijón hace 60 años. Es la menor de siete hermanos, todos los demás varones, entre ellos el jesuita y prefecto apostólico de Battambang, Kike Figaredo, del que se siente especialmente orgullosa.

Kike, otro de sus hermanos, Carlos y su prima Mercedes Alvargonzález Figaredo –para quien es como una hermana– fueron sus primeros compañeros de juego en la infancia en el jardín de la casa familiar. Persona muy apegada a la familia, a sus hermanos Alberto, Javier, Ignacio, Nicanor, Víctor, Carlos y Kike; primos y sobrinos, y con fuertes lazos de amistad en algunos casos desde muy temprana edad, es definida por quienes mejor la conocen como una persona sensible, detallista, con mucha fuerza de voluntad, discreta, extremadamente organizada, llena de aficiones, con un agudo sentido del humor, optimista por naturaleza y, sobre todo, apasionada de Asturias, "la tierrina", a pesar de que reside en Madrid desde muy joven.

Sus primeras letras fueron en el Colegio Liceo, de donde pasó a cursar el bachillerato en La Asunción. El curso previo al acceso a la Universidad, COU, lo hizo ya en Madrid, donde estudió posteriormente la carrera de Empresariales y donde acabó afincándose por motivos profesionales.

Pese a ello, sigue viéndose en Asturias, donde pasa la mayor parte del verano y a donde también regresa en fines de semana alternos. Los otros fines de semana los comparte con amigos en Gredos, realizando rutas a caballo y en ocasiones durmiendo al raso. Por la equitación se comenzó a interesar con 30 años. Otras de sus aficiones se remontan tiempo más atrás, como la fotografía, la ornitología o las caminatas por la naturaleza a las que llegó de niña a través de sus hermanos mayores. El amor por la naturaleza es algo que su padre inculcó a todos los hermanos.

Caricatura de Ana Figaredo Alvargonzález

Caricatura de Ana Figaredo Alvargonzález / Mortiner

Pedalear en bici, correr e ir a nadar al Club de Regatas son algunas de las actividades que no deja de hacer en cada visita a Gijón. El baño en el Cantábrico incluso en los meses de invierno. Entre las excursiones que cada año hace por distintas partes de Asturias con amigos o familiares hay una que nunca puede faltar: la ruta a pie a Covadonga desde Cangas de Onís que hace con las amigas de La Asunción, una peregrinación en la que junto a la fe que profesa como persona creyente que es, se une el entorno especial en que se encuentra La Santina.

También ha peregrinado a Santiago de Compostela, haciendo el Camino a caballo. Ana Figaredo, además, es una persona con gusto por los viajes. Desde su estancia en Irlanda de joven para aprender inglés –idioma que domina, y también se defiende en francés– hasta cuando acudió a Tailandia cuando su hermano Kike comenzaba su andadura apostólica por el sureste asiático. Viaja mucho también por motivos profesionales o por el mero placer de viajar.

En el plano profesional, comenzó su andadura trabajando en IBM, dando el salto a la banca de inversión en 1988, en Barclais España. Credit Suisse y UBS fueron otras entidades por las que pasó hasta que en 2008 la fichó Lombard Odier como su primera ejecutiva en España. Logró abrirse camino en el mundo de las finanzas en una época en la que entre los profesionales de las mismas había muy pocas mujeres. Un mundo en el que se ha labrado un nombre y una reputación que han reconocido en el sector con el premio que le acaban de conceder.

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