Carmen Camacho y Rocío Márquez reivindican la poesía popular en Gijón: "No es menos culta"

La poeta y la cantaora defienden en Gijón las "vanguardias" de la tradición oral musicada

Por la izquierda, Carmen Camacho y Rocío Márquez, ayer, en el Antiguo Instituto.

Por la izquierda, Carmen Camacho y Rocío Márquez, ayer, en el Antiguo Instituto. / Juan Plaza

A la cantaora Rocío Márquez y la poeta Carmen Camacho su entorno llevaba tiempo diciéndoles que tenían que conocerse. En su caso, el arte –un trabajo conjunto que derivó en la publicación del disco "Tercer cielo"– llegó primero que la amistad, aunque a estas alturas ya no saben bien cuándo están hablando de una cosa u otra. Las dos artistas, contagiadas del mismo acento andaluz, protagonizaron el acto central de ayer en el festival Poex de Gijón que, superadas sus dos jornadas más "mediáticas" –con Igor Paskual y Loquillo–, sigue rozando el lleno en sus actos en el Antiguo Instituto. Cantaora y poeta, moderadas por la crítica literaria Irene Domínguez, conversaron ayer, de acuerdo a la temática del festival, la relación entre música y poesía, un vínculo que en su caso, explicaron, tiene también mucho que ver con la tradición flamenca y con la cultura popular, y que cuando se fusionan generan una relación distinta con el lenguaje.

La colaboración artística de Camacho y Márquez suma el añadido de las influencias, ya que parte de sus canciones y poemas musicados tomaron como referencia textos clásicos de poetas españoles. Para la poeta, crear a partir de textos de otros y pensando en su adaptación musical es más fácil de lo que se imaginaba. "Dejarte llevar por algo que ya se está creando es muy inspirador. Hay hechuras y métricas que debes respetar, y es muy distinto a pensar en un poema tuyo que alguien vaya a cantar luego, pero tienes la sensación de que no te puede salir mal porque es algo ya hecho", aseguró. La poesía que se canta, añadió, es siempre distinta a la que se piensa para ser leída: "Hay poemas que no funcionan para ser cantados; en papel puedes volver a leer y ser más conceptual, pero en el a viva voz el compás te marca unas reglas". Lamentó, sin embargo, el estilo de poesía que a ella más le ha marcado, que bebe de la cultura popular –y que por tanto encaja mejor con el flamenco de Márquez, que se nutre de influencias similares–, se tilde como un tipo de poesía "popular" y contrapuesta a la "culta". "Parece que cuando hablamos de literatura popular hablamos de algo muy viejo, pero la viva voz es pura vanguardia. El cómo habla mi tía Dolores es algo muy vivo, es un crear en directo. La poesía, en el reloj de la humanidad, lleva en los libros un cuarto de hora; decir que la popular es menos culta es una tontería", defendió.

Márquez, por su parte, explicó que también vio cómo su forma de cantar cambiaba cuando descubrió la poesía. "Lo vocal había sido mi única prioridad, pero el amor a la poesía popular me abrió un mundo. En el flamenco empezamos muy chicos, y si con nueve años ya estamos en un escenario y actuando mínimo una vez a la semana, llega un momento en el que lo ortodoxo te cansa". Hoy, el Poex arranca su jornada a las 13.00 horas en el Toma 3 con un recital de Irene Domínguez y a las 19.00 regresa al Antiguo Instituto con un coloquio de Ignacio Elguero e Ignacio Lucas.

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Presentación. El poeta Fernando Menéndez presentó en el Toma 3 «Ni número ni orden» junto a Azahara Alonso.

Presentación. El poeta Fernando Menéndez presentó en el Toma 3 «Ni número ni orden» junto a Azahara Alonso. / LNE

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