La Alcaldesa promete estudiar una cubierta para el patio del colegio de Pinzales

El centro de Cenero reclama mejoras en la seguridad: "No hay arcenes en el camino"

Por la izquierda, detrás, Sole Martínez, Gilberto Villoria, Carmen Moriyón y Pilar Jiménez; delante, Aitana Alindo, Malena García, Carla Cobiella, Cinthia Alindo, Telma González, Enzo Fernández, Carla Marcos, Martín Álvarez, Marco Fernández, Joel Velasco, Samuel Torre y Manuel Díaz, en la pista del colegio Pinzales.

Por la izquierda, detrás, Sole Martínez, Gilberto Villoria, Carmen Moriyón y Pilar Jiménez; delante, Aitana Alindo, Malena García, Carla Cobiella, Cinthia Alindo, Telma González, Enzo Fernández, Carla Marcos, Martín Álvarez, Marco Fernández, Joel Velasco, Samuel Torre y Manuel Díaz, en la pista del colegio Pinzales. / S. G.

La Alcaldesa, Carmen Moriyón, y el concejal de Infraestructuras Urbanas y Rurales, Gilberto Villoria, visitaron ayer el colegio Pinzales, en Cenero, para testar de primera mano las necesidades del centro. La principal reclamación fue un espacio cubierto para que la lluvia no perjudique la actividad del alumnado. "En 2014 visité el colegio ante la demanda de una pista deportiva. Entendimos su importancia y encontramos una solución que hoy ya es una realidad", subrayó Moriyón, optimista con la posibilidad de cumplir la petición actual. "Nos hemos comprometido a estudiarlo. Y lo vamos a conseguir", refrendó la regidora.

Además, se programará para el verano la pintura interior del equipamiento y se estudiará acometer el vallado perimetral y otras obras de mantenimiento. Precisamente la seguridad es una de las reivindicaciones de la comunidad educativa, como destacó Pilar Jiménez, directora del colegio Pinzales. "Hay mucho tráfico porque hay al lado una residencia de mayores y en el camino no hay arcenes. Pasan furgonetas, camiones, autobuses...", señaló Jiménez, que afirmó que los escolares hacen la fila en la propia carretera para acceder al centro por la falta de una acera. "Es una demanda lógica", aseveró.

El Pinzales, con 37 estudiantes y último colegio rural del municipio, tiene tres aulas, una de Educación Infantil y otras dos multinivel para Primaria. "Es un centro de tamaño reducido y no tenemos espacios de zonas comunes, almacén, biblioteca o una sala audiovisual", lamentó Pilar Jiménez. De ahí que soliciten techar la pista. "El entorno es idílico, pero si una semana se la pasa lloviendo, no salimos del aula toda la mañana y es algo agobiante", declaró la directora. En ese sentido, ahondó en la necesidad de cubrir la zona para "asegurar" el recreo y también fiestas o eventos. "Es precario tener que depender del tiempo y mirar al cielo para nuestras actividades", sostuvo Jiménez.

La directora del Pinzales valoró positivamente la visita municipal para conocer la situación del colegio. "Las peticiones vienen de lejos y son básicas. Es un paso adelante que nos escuchen", remarcó Pilar Jiménez, que esgrimió las "limitaciones" del centro en cuanto a la conciliación familiar al no poder, por ejemplo, brindar servicio de comedor. Por otro lado, Jiménez ensalzó lo "enriquecedor" del ambiente al juntarse niños de diferentes edades. "Hay nulos problemas de convivencia gracias a la comunidad que se crea", manifestó. Para el próximo curso escolar, se ofertarán cinco plazas que "creemos que vamos a cubrir", celebró Pilar Jiménez.

Carmen Moriyón recorrió las diferentes aulas del Pinzales para conocer a los alumnos y los procesos de aprendizaje en los que están inmersos. También recibió algún que otro obsequio y emplazó a los críos a cambiar los papeles y que ellos visiten el Ayuntamiento. "¡Necesitamos un techo!", clamaban los alumnos a Gilberto Villoria, que tomó nota de esa y las demás reivindicaciones.