El caso del hombre que pegó fuego a su novia en Gijón dispara las alarmas: "La zona nunca estuvo así"

El detenido por la agresión, que vivía con la víctima bajo el puente, se ha acogido a su derecho a no declarar en comisaría y pasará hoy ante el juez

El espacio bajo el puente de Carlos Marx donde sucedió la agresión.

El espacio bajo el puente de Carlos Marx donde sucedió la agresión. / P. P.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

El hombre detenido el pasado viernes por rociar con alcohol a su pareja y prenderle fuego pasará, previsiblemente, a disposición judicial a lo largo del día de hoy. Lo hará para responder por un caso, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA, que ha puesto los pelos de punta entre las mujeres expertas en trabajar con personas en situación de sinhogarismo. Una situación en la que advierten, las mujeres como la víctima de este ataque "son mucho más vulnerables que los hombres". Y una situación también que ha servido para poner el foco sobre el estado en el que se encuentra el espacio que hay bajo el viaducto de la calle Carlos Marx, el escenario donde tuvo lugar el ataque. "En diez años nunca lo hemos visto como está ahora", explican las expertas, sobre un punto que está plagado de basura, ratas, ropa sucia y hasta excrementos humanos.

El detenido por el ataque, que tuvo lugar el pasado viernes a las cinco de la tarde, se mantiene en los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de El Natahoyo. Se ha acogido a su derecho a no declarar, tal y como confirmaron fuentes cercanas al caso a este periódico. Se espera que sea a lo largo del día de hoy cuando pase a disposición judicial por el Palacio de Justicia. El juez tendrá que decidir por qué tipo de delito pasa a ser investigado y si procede su traslado de forma provisional a la cárcel de Asturias. Por su parte, la víctima, una mujer de 33 años que salió corriendo a pedir ayuda al Albergue Covadonga, se recupera de sus heridas en el HUCA. La mujer, también sin hogar, sufrió quemaduras de diversa índole.

El caso ha servido también para poner el foco en la situación de las personas sin hogar, especialmente en las mujeres. Pese a que en Gijón son menos, alrededor de un 33 por ciento, existen casos de lo que se llama "sinhogarismo invisible". Es decir, aquellas mujeres que prefieren vivir bajo un techo en una mala situación, por el temor a terminar viviendo en la calle, donde saben que su vulnerabilidad es máxima. "Si para cualquier mujer denunciar una situación de maltrato y abandonar una relación es complicado, para una mujer en situación de sin hogar lo es aún más por no tener esa red de apoyo", explica Rocío Álvarez, codirectora de Mar de Niebla. "Casos como estos no son frecuentes. Cualquier persona que vive en la calle está expuesto a hechos así, pero en el caso de las mujeres el riesgo es mucho mayor", añade Álvarez.

La misma línea sigue Irma Benito, que lleva trabajando durante más de una década en el equipo de calle también de Mar de Niebla. "Hay una situación de sinhogarismo invisible en las mujeres y es que muchas veces prefieren quedarse en un sofá o con alguien que las trata mal porque saben que la calle es lo peor que les puede pasar. La desprotección en su caso es total", comenta. Benito lleva mucho tiempo trabajado con personas sin hogar y ella misma asegura que nunca "en los últimos diez años" ha visto el espacio bajo el viaducto de Carlos Marx como está ahora. "Muchas de las personas que vivían en las vías han terminado allí. Se juntan muchos factores en esos espacios, temas de adicciones y de salud mental. Hay mucha gente allí viviendo al límite", concreta la mujer. Este espacio ayer, como hace dos días, se encontraba vacío pese a que en la zona sigue habiendo varios colchones. El espacio se encuentra tremendamente degradado, no solo por la basura, sino por la presencia de ratas. "Es algo de lo que hemos informado a las autoridades municipales", destaca Benito. El espacio bajo el viaducto de Carlos Marx tiene, no obstante, los días contados, puesto que está previsto el derribo del puente. Qué sucederá con los que viven ahí es algo que no se ha estudiado.

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