La batería baja de Cimadevilla, en obras para convertirse en museo

La actuación, la primera de calado del plan turístico de patrimonio, eliminará grafitis y contextualizará el pasado defensivo de la zona

El entorno de la batería baja de Cimadevilla, ayer, vallado y ya en obras.

El entorno de la batería baja de Cimadevilla, ayer, vallado y ya en obras. / S. F. Lombardía

El plan de actuaciones para recuperar el patrimonio cultural de la ciudad comienza con la remodelación de la batería militar baja de Cimadevilla, junto al skate park, que ya se encuentra en obras. El proyecto, adjudicado a Construcciones Vir por 233.894 euros , convertirá el entorno, hoy descontextualizado, en un museo al aire libre. Las obras durarán unos cuatro meses. La reforma de la batería alta, ya en el Cerro, y la adecuación del Cabo de San Lorenzo y del refugio antiaéreo bajo la Casa Paquet son otras de las actuaciones pendientes.

El entorno está vallado y respeta, al menos por ahora, el propio recinto del skate park, que se puede usar con normalidad. Ya se han hecho algunos derribos y se prevé que el proyecto obligue a mover algunas farolas y a recolocar el parque de adultos, así como a realizar algún tipo de nivelación del suelo, ya que una parte de esta vieja batería está elevada. Esta batería defensiva del siglo XIX, y pese a que contaba con un panel informativo en la entrada que contaba su historia, pasaba completamente desapercibida en la ciudad. No ayudaba que sus muros, vandalizados con grafitis desde hace años, presentasen un estado visiblemente deteriorado, y tampoco que el entorno, con vistas al mar, haya estado todo este tiempo sin ninguna medida preventiva de protección. Una de las actuaciones clave de esta obra, de hecho, será limpiar los muros y recubrirlos de un tratamiento específico para evitar nuevos deterioros y pintadas.

La actuación no es compleja y aspira a que el entorno explique de manera más visual cómo era la batería originalmente: tenía dos partes, una norte y una sur, con huecos para cinco obuses y cinco cañones. También se pretenden reconstruir las zonas de barbeta, que son las estructuras semicirculares que servían de apoyo para la artillería, y recubrir el entorno con baldosas de cerámica de color teja. En la zona hay ya varias casetas para uso de los operarios y una valla metálica que prohíbe el acceso.

La obra se enmarca en un plan de actuaciones y estudios financiado con fondos europeos y que busca potenciar el valor patrimonial de la ciudad por su interés turístico. A pocos metros, en el Cerro, se sigue trabajando en la actuación de la batería alta, la más conocida, y que ya ha sido recuperada en parte. Una de las mejoras que se estudia ahora es habilitar un centro de interpretación anexo que sirva también como espacio de recepción, una tarea que exigiría una obra de nueva construcción y, por lo tanto, un permiso expreso de Patrimonio. Otra actuación en estudio es la recuperación del refugio de Cimadevilla, con su entrada conocida por Casa Paquet, y que ha precisado de toda una serie de estudios y sondeos. Desde el Ayuntamiento entienden que, para que el refugio sea visitable, por seguridad, debe tener una salida, pero no se ha encontrado ninguna en buen estado. Todo apunta a que habrá que reconstruirla, y eso es más complejo y su viabilidad debe confirmarse con otro estudio. Por lo demás, la recuperación del Cabo de San Lorenzo se quiere recuperar parcialmente, con un recorrido en trinchera que se pueda pasear, y el refugio de Begoña, tras unos últimos sondeos infructuosos, sigue sin encontrar por ahora ningún tramo no derruido.