Las personas firmantes, representantes de la asamblea de Xixón Sí Puede (XSP) en la comisión de coordinación de dicha organización, queremos manifestar nuestra visión acercade la situación en la que ésta se encuentra.

La aparición en prensa de un artículo de Eduardo Campomanes, miembro de Equo y de la Comisión de Coordinación de Xixón Sí Puede, ha sacado a la luz el malestar que se ha venido acumulando entre quienes formamos parte de diferentes órganos de la candidatura de Unidad Popular.

Las malas prácticas de quienes forman la mayoría del grupo municipal de Xixón Sí Puede descritas por el representante de Equo son exactas y reflejan en toda su profundidad la situación a la que nos ha llevado el grupo que dirige Xixón Sí Puede.

La creación de Xixón Sí Puede estuvo inspirada por un carácter plural, asambleario y municipalista. Quienes vimos nacer a XSP le conferimos unos valores de participación, democracia directa y respeto a la pluralidad que se han visto truncados.

Las dificultades para aprobar un reglamento que permitiera organizar el funcionamiento de la candidatura ya anunciaban una autonomización del grupo municipal en el proceso de toma de decisiones. Este hecho se ha ido profundizando con el paso del tiempo, hasta el punto que la labor de la Comisión de Coordinación, el máximo órgano directivo de XSP, es bloqueada mediante la no convocatoria de sus reuniones o, cuando se convocan, por la creación de un ambiente de agresividad que impide tomar cualquier decisión. La Comisión de Coordinación no toma las decisiones entre asambleas, como marca el reglamento.

La convocatoria bimensual de asambleas para decidir los asuntos de mayor calado ha sido sistemáticamente impedida, no se convoca desde hace meses, y en el mejor de los casos solo recibe información a posteriori de la actividad del Grupo Municipal, sin poder aportar ni decidir, de manera antirreglamentaria y antidemocrática. Prueba de ello es la reciente decisión sobre la aprobación de las modificaciones presupuestarias.

La creación de un censo de integrantes de Xixón Sí Puede también ha sido bloqueada, provocando que no se sepa a ciencia cierta quién pertenece a XSP, con las implicaciones que esto conlleva.

Estas malas decisiones se ven acompañadas por la opacidad y el secretismo. No existen las actas de reuniones y por tanto, no se publican, así como tampoco las cuentas del grupo municipal que no son públicas desde junio de 2017 y la última contratación de personal se ha saltado los principios de publicidad y transparencia exigidas por el reglamento de XSP.

El proyecto de Xixón Sí Puede fue una iniciativa desde la gente y para la gente. Unapropuesta de llevar la ciudadanía a las instituciones, de promoverlas políticas pensadas por las personas y no por grupos de presión. Una experiencia fallida, como dice Eduardo Campomanes. Una propuesta de democracia real que no se ha cumplido.