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José María Suárez Braña

El “solarón” necesita un parque

La oportunidad de un parque central en Gijón

Gijonesas, gijoneses, no desperdiciemos nuestra última oportunidad de tener un parque en “Gijón centro”, mejor incluso que “Central Park”.

Gijón seguirá creciendo en asfalto y hormigón para albergar a sus ciudadanos, no nos quedarán espacios para un futuro parque, que posiblemente no disfrutará el que esto escribe ni las gentes de su generación. Sí, es nuestra obligación que ese parque lo disfruten nuestros hijos, nietos y todas las generaciones que nos sucedan. Un gran parque en el “solarón” no tendría un gran coste. Esta maravillosa villa de Gijón produce vegetación y posee un clima para que en pocos años ese llamado el “solarón” pase a llamarse “El Vergel de Jovellanos”, o mejor “El Vergel” o “Paraíso de Gijón”.

Entiendo que no debería de complicar los presupuestos de Gijón. Gijón ciudad milenaria, lleva muchos años siendo la ciudad más importante de Asturias, sin los ingresos que recibiría por las plusvalías y beneficios que le aportaría convertir un maravilloso parque en edificios de hierro y hormigón. Muchas personas, pensarán y me dirán que el Ayuntamiento necesita esos ingresos para poder paliar el déficit municipal. Lo entiendo y acepto.

Tengan en cuenta que lo más probable sea que se siga malgastando el dinero que se reciba de esa fuente del “solarón” con el resultado de más hormigón y sin ningún “Parque Centro”. Y en pocos años con una nueva deuda en la que seguramente algunos políticos pensarían en falsearla ofreciéndola a una multinacional o fondo de inversión. “Véndovos” el parque de Isabel la Católica, déjenme recordarles que ya hemos cometido un gran error, no hace muchos años, con la playa de San Lorenzo consiguiendo que sea la única playa que yo conozco que tenga sombra y algo de sol.

Por favor, no cometamos el mismo error con el “solarón” y consigamos que sea el Parque Central de Gijón y pulmón para nuestros descendientes. Por supuesto que tendremos que buscar la financiación para nuestra estación de ferrocarril y autobuses; pero nunca, nunca, nunca perdiendo nuestra última oportunidad de tener nuestro parque, muy necesario para una ciudad en total crecimiento de asfalto y hormigón.

Más que nunca necesitamos un pulmón de plantas, árboles y disfrute de todos aquellos que viven en este Gijón del alma.

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