Por Libre

La vuelta al cole

Las enormes diferencias entre el actual sistema educativo y el del pasado siglo XX

Filippo Priore

Filippo Priore

Son días de regreso a las aulas para miles de estudiantes, unos más aplicados y otros que, con su actitud y forma de ser, se asemejan en mayor medida al Estudiante de Curro Jiménez, doctorados en la clásica "culturilla de barrio" de toda la vida. Que doctores tiene la madre Iglesia y vulgares carniceros de bisturí grueso, tiene la tatarabuela Política (hashtag: #yeloquehay).

Mucho ha cambiado la vuelta al cole, como lo ha hecho todo lo que nos rodea en este siglo XXI, tan dispar del añorado para quienes lo conocimos y vivimos siglo XX (emoji: carina tristuca, con lagrimina cayendo por la mejilla derecha).

Y es que poco o nada queda de aquella enseñanza con pizarra, tizas blancas y borradores para los cambios de opinión. Las torticeras nuevas tecnologías han sustituido a la escuadra y el cartabón de aquellos tiempos, en los que no resultaba extraño oler el humo del tabaco procedente del docente de turno, sin nocturnidad ni alevosía (GIF: Bob Esponja fumando en El Crustáceo Crujiente).

Los niños (género neutro –aclaración para cenutrios–) y no tan niños, con uniforme o sin él, "nadan en la ambulancia", orgullosos poseedores de un material escolar que, a mediados de los 80, no lo tenía ni Atenea, la icónica librería de la carretera La Costa. Ceras de colores, rotuladores y los clásicos "Alpino" llamando buscan su sitio en un estuche "king size", donde otrora apenas ocupaban espacio los Rotring, con su trío más habitual, esto es, 0.2, 0.4 y 0.8 (hasthag: #yofuialaEGB).

Nunca hay que renunciar a la evolución e incluso en determinadas ocasiones, a la revolución. Tampoco en la Educación, siempre con mayúsculas. Que si los padres de ahora, sabían latín (y Filosofía), los de ahora no deberían quedarse sólo con el Griego; y para ello, es fundamental que todo el sistema educativo, desde el primer al último eslabón de su cadena formativa, estén perfectamente engrasados (emoji: puño cerrado con pulgar hacia arriba).

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