Sano y justo

Se anuncia la instalación de una empresa sanitaria privada en el sur de Gijón, al tiempo que sus opositores convocan manifestaciones a favor de la sanidad pública. También se informa del aumento de las listas de espera sanitaria en Asturias, al tiempo que se reorganizan las ocho áreas de salud reduciéndose a tres, dicen sin disminución de medios ni servicios. En Gijón hay dos grandes hospitales de referencia, el complejo estatal de Cabueñes al este, que se está ampliando en una región cada vez más envejecida, y por tanto con mayor población anciana con creciente demanda de uso, y el concertado de la fundación de Jove al oeste. Por tanto, puede haber espacio y necesidad de un tercer ámbito especializado para una zona subregional de 400.000 usuarios. Suponemos que los manifestantes dicen "pública" por "estatal" por entenderla mejor.

Hay empresas estatales, privadas o concertadas que funcionan bien, mal o regular, luego la cuestión más que ideológica o tópica parece de eficiencia y controles. La textil Zara de Inditex es privada y funciona bien, Galerías Preciados de los Ruiz Mateos era privada y funcionó mal. Los astilleros y siderurgia estatal en Asturias eran un pozo de pérdidas, Correos estatal durante décadas funcionó (antes de los emails) relativamente bien. La trampa semántica está en decir que las empresas no ofrecen un servicio público si no están estatalizadas, y se inventan que la sanidad en Madrid funcionaba mal por ello. Los datos les desmienten, antes del covid Madrid era, entre las 350 de la UE, la región europea con mayor esperanza de vida, o sea edad media al morir (85 años).

El covid impactó fuertemente, y en España más por una de las peores gestiones, hacia 2020 y 2021, estamos en 2024: ¿por qué siguen aumentando las listas de espera sanitarias? ¿Por la guerra de Ucrania o la de Yemen; por el alarmismo climático o la perspectiva de género? ¿Boicotear un nuevo hospital al sur conllevará una bajada de las listas de espera y mejora sanitaria? En cuanto a las áreas "públicas" asturianas, qué más da ocho que tres, el asunto es si se disminuye la burocracia y falta de flexibilidad, y el dinero se emplea en más especialistas y medicinas. Si estoy enfermo del corazón lo que me interesa no es boicotear al cardiólogo estatal o al concertado, ni que jugara mucho en la enseñanza en vez de aprender medicina, lo que necesito es que me ayude a curarme.

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