El pendón de Gijón

Lo vemos restaurado desde el año 1992 (antes lo había sido en el año 1948 al ser dañado durante la guerra civil) en una urna en la Sala de Recepciones del Ayuntamiento de Gijón: siglo XIX, color granate, con el escudo de Pelayo, de paño de Damasco (tamaño: 168 x 129 centímetros) más un mástil de madera, y con la leyenda "Municipalidad de Gijón". Ahí Pelayo va cubierto con una especie de armadura, con la Cruz de la Victoria en la izquierda y la espada en la derecha apuntando hacia arriba. En el escudo actual la espada la lleva Pelayo también en la derecha, pero hacia abajo, y en la izquierda la Cruz de la Victoria apoyada en el suelo.

Ese pendón era el que se usaba en ocasiones especiales. Por ejemplo si la corporación desfilaba "en forma de villa", en actos religiosos o civiles, el pendón presidía el cortejo. Es curioso lo que pasó en el año 1999. El Ayuntamiento realizó un completo inventario de bienes municipales con motivo del último mandato de Vicente Álvarez Areces como alcalde. Hablamos de edificios, solares, mesas, sillas… En total fueron 25.024 entradas.

Al poco se reparó en que el pendón no estaba en esa lista. Se rectificó a los pocos días y los bienes pasaron a ser 25.025, con pendón municipal incluido. Eso sí, "ahora los responsables de la catalogación registrarán el estandarte, pero no le colocarán el código de barras". Además se valoraba en tres millones de pesetas, que enseguida fueron 18.000 euros. Esa valoración de tres millones se basó en que el coste de la restauración de 1992, en una casa especializada de Madrid, había sido siete años antes de dos millones. Ahí lo vemos. En el otro extremo de la sala el retrato que hizo Goya a un pensador Jovellanos. Sobre el tema de ese pendón y de otros símbolos del concejo como sellos, escudos, bandera o medallas ver "Una historia de papel. 500 años en los documentos del Archivo Municipal de Gijón" (2006) con textos de Eduardo Núñez Fernández y Juan Carlos de la Madrid Álvarez.

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