Opinión

Un vial en tres partes

Barbón tiene que implicarse de verdad y entrevistarse con el Ministro

Pues por fin, Santano, el parachoques del ministro Puente, nos anunció la buena nueva. Tras subir a escondidas al Hospital de Jove y contemplar el magnífico panorama, llegó a la conclusión de que es factible un vial con parte en superficie, parte en trinchera semisoterrada y otro cachín en trinchera soterrada cubierta con una losa con vegetación formando un falso túnel, todo ello, pintado de azul, con su camisita y su canesú.

Por el mismo precio, nos mostró las infografías de la futura, muy futura, estación intermodal; preciosa oiga, con una fachada como si fuera un chalé suizo o un hórreo asturiano, no se sabe muy bien, seis o siete pasarelas de piedra para comunicar una parte de la ciudad con la otra y todo ello, estación incluida, cubierto de vegetación, que unida a la de lo que quede del Solarón y al parque de Moreda, va a dejar aquello como si fuera la Selva negra, sin fábricas de relojes de cuco, que de cucos vamos bien servidos. Eso sí, con unos plazos lo suficientemente largos como para que los ánimos se vayan enfriando y las aguas vuelvan a su cauce. Habría que ir pensando, entre tanta obra y tanto verde, en buscar un huequín para hacer el Museo de las infografías perdidas. Huele a cuerno quemado, a ¡Ponte ahí y tate quietu!

Ya en serio, el vial de Jove es un problema urgente, muy urgente, es un problema más que de comunicaciones, que también, de salud de los vecinos de una de las zonas más pobladas de Gijón, y después de treinta años desde que alguien tuvo la idea de convertir una avenida en autovía, doce años de protestas vecinales y de que la Unión Europea les diera razón a los vecinos, es una falta de respeto a Gijón y a los gijoneses, que ahora pretendan hacer borrón y cuenta nueva, más bien vieja, y volver al principio.

Ayuntamiento, partidos políticos y vecinos parecen ir unidos, lo que no ocurría hace treinta años, pero no vale una unidad de boquilla, no vale ir todos juntos y al mismo tiempo aprovechar para intentar sacar tajada. El PSOE local, que originó el problema hace treinta años, no puede ir ahora de adalid intentando imponer una solución, a tener en cuenta, como otras posibles, pero que no tiene porque ser la definitiva, tampoco puede echar balones fuera intentando que caigan en el patio de la alcaldesa.

La reivindicación es "Autovía por Jove, no", hay que centrarse, no perderse en disquisiciones que lo único que consiguen es distraer el objetivo principal, hay que apoyar al movimiento vecinal y exigir a los técnicos que solucionen los problemas que dicen han detectado en el proyecto anulado, y si pueden, que lo mejoren, pero sin perder más tiempo. Y Barbón, tiene que implicarse de verdad, está muy bien decir que acepta lo que digan los vecinos y las palmaditas en la espalda en un sarao, pero eso no sirve para nada, es imprescindible una entrevista formal con el Ministro de la que salga con la solución bajo el brazo, y ya debería haberla exigido, incluso, haberse celebrado.

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