El taller de indumentaria tradicional de Grado agota sus plazas: "Se llenó en media hora"

Participación íntegramente femenina en un curso que "echa en falta algún paisano" y cuyo objetivo también es que salgan piezas para el Día’l Traxe’l País

Un momento del taller, que se imparte en las instalaciones del antiguo mercado de ganado de Grado. | Á. R.

Un momento del taller, que se imparte en las instalaciones del antiguo mercado de ganado de Grado. | Á. R. / Ángel Rodríguez

Ángel Rodríguez

Raquel Vega lleva unos siete años impartiendo en Grado el taller de indumentaria tradicional. Y lo hace con la misma pasión que el primer día. De su madre heredó la tienda que tiene en Gijón, "Vezos y Costumes", y también la responsabilidad de enseñar a los moscones. "Cuando mi madre se jubiló, hace un par de años, me hice cargo yo. Y también presento el día de la indumentaria aquí en Grado", explica Vega, antes de comenzar la lección en las instalaciones del antiguo mercado de ganado.

Con diez plazas, el taller cubrió el cupo "a la media hora de anunciarlo", resalta Diego García, concejal de Cultura de Grado. Y es que, en la villa hay ganas de aprender sobre "sayas, refaxus, faltriqueras, y corexas". "El taller busca que de aquí salgan trajes que se puedan presentar al concurso del Día l’Traxe l’País, y que cada vez haya gente en Grado que tenga trajes como deben ser", defiende Vega".

"Estricta" con las telas y los cortes, inició ayer el taller –que finalizará en junio– con un repaso por las principales prendas masculinas y femeninas de época, en concreto de la segunda mitad del siglo XIX, aproximadamente, a partir de 1850. "Hoy empezamos a organizarnos, explico las prendas, desde la ropa interior y veo quién tiene telas y qué ideas hay. El próximo día ya empezamos a trabajar a destajo. Son diez sesiones intensivas", asegura la maestra.

"Hasta siete refaxus"

"Echando en falta que se apunte algún paisano", como reconoció el edil de Cultura, Diego García, la mayoría de las alumnas son nuevas. Acostumbradas "a subir bastillas o meter costuras" iniciaron el curso con ánimo, a sabiendas de que van a coser mucho a pero de que también hay tiempo para tomar el café juntas a media tarde.

"Desde los años ochenta del siglo XX ya se viene trabajando en la recuperación de los trajes. Para los niños es quizá para quien menos se hace. Se encarga mucho para adultos", afirma Vega.

Ayer, en Grado, también explicó la teoría de los colores, y los tintes naturales, la forma de hacer "estameña", y los secretos tras la voluminosa saya asturiana. Hay "hasta siete refaxus", aseveró, ante la sorpresa de las alumnas, que no dejaron de tomar nota a lo largo de las explicaciones de la profesora.