El llanerense Álvaro Suárez solo pide una cosa en los pocos días que faltan para que dé comienzo el Mundial de mushing, también conocido como canicross, que tendrá lugar en Plédran (Francia) entre los días 29 de abril y el 1 de mayo: “Que no haya contratiempos de última hora”, sentencia el presidente del Celtastur, uno de los cuatro integrantes del club clasificados para el Mundial.

Precauciones que hay que compaginar con los entrenamientos, en su caso para la modalidad de patín tirado por un perro. Álvaro explica que divide sus entrenamientos entre varios tipos: “Algunos días hacemos tiradas de uno o dos kilómetros, otros series de velocidad, otros hacemos casi la distancia de la competición, que es de cuatro o cinco kilómetros”.

“A partir de 12 o 13 grados, según la humedad, a los perros les puede empezar a afectar el calor"

Álvaro Suárez - Presidente del Celtastur y uno de los participantes en el Mundial

Una de las preocupaciones es “el calor” que pueda hacer durante la competición y que puede afectar a su perro Odin. De hecho, algunas de las distancias se pueden llegar a reducir para salvaguardar la salud del perro. “A partir de 12 o 13 grados, según la humedad, les puede empezar a afectar”, explica Álvaro Suárez.

El corredor explica que al Mundial hay que llegar “al 100%” porque se corre a unas velocidades que pueden ir de los 25 a los kilómetros por hora: “Es muy intenso”, dice. En su caso, además de la carrera trabaja mucho “el tren inferior y la musculatura de las piernas”.

Otra clave de este deporte es la compenetración con el perro: “Hay que enseñarlo desde que es cachorro, mínimo que empiecen a competir con 18 meses”. Las órdenes que deben tener asimiladas son “cuatro o cinco de adiestramiento básico, pero en las que no se puede dudar”.

En el caso de Álvaro, que ha cumplido 40 años, compite en categoría de veteranos, en la que hay poca competencia en España, por lo que no sabe bien cómo estará en el Mundial: “A nivel internacional no sé cómo estaré”.

“Ha habido grandes atletas que vinieron a probar este deporte y no era lo que pensaban, tienes que estar compenetrado con el perro"

Alberto Ferrera - Corredor del Celstastur que competirá en el Mundial de mushing

Para viajar a Francia han tenido la colaboración de algunos pequeños patrocinadores, como la Clínica Veterinaria El Berrón, el Salón Cánico de Sacha de Lugones, Myde Ingeniería o la clínica de fisioterapia Cuarto Ventrículo. Álvaro, por su parte, será el último en emprender el viaje: “Saldré el miércoles 27 de abril a mediodía, cuando salga de trabajar”. Es profesor de FP de Automoción.

El fin de semana anterior tomarán la salida Noemí Ruiz y Alberto Ferrera, pareja que ahora mismo reside en Valencia pero que comenzó en esto del mushing en Asturias, donde estuvieron en la formación del Celtastur, club al que aún pertenecen. Los dos se han clasificado para el Mundial en la modalidad de canicross, en la que corren unidos a su perro por un arnés. Estos últimos días tratan de hacer buenos entrenamientos sin correr riesgo de sufrir contratiempos que les impidan participar en la competición del año.

Ella, natural de Alicante, trabaja de administrativa y explica que divide sus entrenamientos en dos bloques, haciendo unos con el perro y otro sin él. “Con los perros unos días hacemos la distancia más larga, similar a la de la competición, que está entre los cuatro y los seis kilómetros, y otros series más cortas para trabajar la explosividad”. Cuando se entrenan solos hay días que llegan a hacer distancias de 10 o 12 kilómetros. También trabajan “ejercicios de fuerza”.

“En todas las competiciones intentamos ir antes para conocer el terreno, nuestra idea es viajar el fin de semana de antes, llegar, entrenar en el circuito hasta que lo cierren, tomarnos un día de descanso y competir

Noemí Ruiz - Integrante del Celstatur de mushing que competirá en el Mundial

Noemí explica que hay deportistas que pueden bajar hasta 40 segundos la velocidad a la que hacen un kilómetro cuando lo hacen acompañados de un perro. En su caso puede hacer series en 2.50 minutos el kilómetro. Si bien, tanto Noemí como Alberto advierten de que no se trata de atletismo: “Ha habido grandes atletas que vinieron a probar este deporte y no era lo que pensaban, tienes que estar compenetrado con el perro, que entienda lo que tiene que hacer”, explica el gaditano Alberto Ferrero. En su caso trabaja como militar y va al Mundial con la expectativa de acabar entre los diez primeros de su categoría junto a su perro Pongo.

Él puede llegar a hacer un kilómetro suelto a 2.16 y eso se debe, insiste, “a la buena compenetración con el perro”. Noemí y Alberto viajan en furgoneta hasta Francia, con paradas durante el camino para entrenarse. Y es que, explica Noemí, es importante conocer el terreno por donde se va a correr: “En todas las competiciones intentamos ir antes para conocer el terreno, nuestra idea es viajar el fin de semana de antes, llegar, entrenar en el circuito hasta que lo cierren, tomarnos un día de descanso y competir”.

También en modalidad de canicross participará la ovetense Cristina Fernández, que también llega al Mundial con opciones de hacer un buen puesto. La fisioterapeuta lo hará acompañada de su perra Tina. Cristian llega tras completar una gran temporada, siendo tercera de la Copa de España después de haberse disputado todas las pruebas.