Los alumnos del colegio San José de Calasanz también aprenden a salvar vidas

Dos centenares de estudiantes de Posada de Llanera asisten estos días a los talleres de primeros auxilios y reanimación cardio pulmonar

Lucía Rodríguez

"Desde que te encuentras a una persona en situación de emergencia hasta que llega la ambulancia, la manera de reaccionar es muy importante". Son palabras de Agustina Gil, coordinadora de los talleres sobre reanimación cardio pulmonar que estos días están recibiendo los alumnos del Colegio Público San José de Calasanz, en Posada de Llanera. "Para impartirlos, contamos con la ayuda de las enfermeras de los centros de salud del concejo", apunta Gil.

Más de 200 niños, desde primer curso de Infantil hasta sexto de Primaria, están recibiendo los conocimientos necesarios para poder actuar en el caso de que se encuentren con alguien en situación de emergencia. "Hacemos el taller completo, desde saber cómo identificar que una persona está inconsciente, hasta llamar al 112", explica la responsable de la iniciativa. "Una de las cosas a tener en cuenta es que hacemos mucho hincapié en que aprendan el 1, 1, 2 y no 112, porque para los niños más pequeños es mucho más fácil tanto de recordar como de decir, y en su traducción al inglés, que también es sencilla, pueden entenderte en cualquier país", añade.

Los alumnos aprenden también a colocar a una persona en posición lateral de seguridad y comprobar si respira o algo le está obstruyendo las vías aéreas. En este sentido, la coordinadora de los talleres indica que "el factor sorpresa viene cuando puedes comprobar que un niño de 4 años, mediante una serie de indicaciones, es capaz de mover a una persona adulta sin ninguna dificultad". "A lo largo de los ocho años que llevamos dando estos talleres, los propios menores han ido evolucionando y adaptando con su lenguaje las instrucciones a seguir para que sea mucho más fácil de recordar para ellos", apunta Gil. Finalmente, los niños aprenden a aplicar la técnica de reanimación. "Los más pequeños, hasta tercero de Primaria, utilizan un peluche, para evitar hacerse daño, y, a partir de ahí, el resto de cursos lo hace con un torso de plástico", detalla.

Agustina Gil destaca la colaboración de la empresa de transporte sanitario Trasinsa, que ha prestado una Uvi móvil y un técnico, además de los maniquíes para practicar la reanimación y para que los menores puedan también ver cómo es por dentro y cómo se trabaja en una ambulancia. "De esta manera, los niños pueden realizar el taller completo que implicaría todos los pasos a seguir en una situación real desde que la persona está mal hasta que llega la unidad de emergencia", asevera Gil.

Este es el segundo año ininterrumpido que en el colegio San José de Calasaz cuenta con los talleres de primeros auxilios. La pretensión de que esta iniciativa se repita de manera anual en el centro educativo. "La finalidad principal es que ellos recuerden, refresquen y, en función del curso en el que estén, se puedan ir añadiendo más contenidos", subraya la coordinadora, para quien "los niños son el mejor vector de transmisión de información". Es por ello, que comenzar con este tipo de cursos a edades tempranas, es un valor añadido fundamental.

Desde el Colegio de Médicos de Asturias se trabaja ahora para que estos talleres se extiendan a todos los concejos. "Tenemos prevista una reunión con la concejala de Educación del Ayuntamiento de Oviedo, Lourdes García, para comenzar a impartirlos de manera obligatoria en los colegios de la capital e ir ampliándolo progresivamente por los centros educativos de todos los municipios asturianos", concluye Agustina Gil.