"Cuando te jubilas te sobran horas y tienes que llenarlas con algo". La reflexión de Rolando Díez, miembro de la Asociación Cultural y Minera "Santa Bárbara", es común entre sus compañeros. El colectivo, formado en su mayoría por jubilados de la minería, lo mismo organiza unas jornadas culturales que la cabalgata de los Reyes Magos. Últimamente se han centrado en la recuperación del patrimonio industrial de las Cuencas. Empezaron con el socavón de la Rebaldana, una bocamina en el valle de Turón, y continuaron con el cementerio protestante de Fábrica de Mieres. En la actualidad están rehabilitando el polvorín de Espinos, donde se guardaba la dinamita. Junto a Díez también están José Luis Soto y Gumersindo Fernández. "Te cambia la vida, antes tenías una obligación con el trabajo y ahora te tienes que buscar actividades que te llenen", explica Soto. En su caso la satisfacción es doble porque, además de mantenerse activos, "estamos devolviendo a la sociedad una parte de lo que nos dio, sólo por eso ya merece la pena". La inactividad y el incremento de horas vacías "pueden ser frustrantes".
