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MIGUEL ÁNGEL ÁLVAREZ ARECES | Economista

"Acabé en el TOP por propaganda y denuncié a la Policía por malos tratos"

"Mi padre era conservador, pero fue muy respetuoso con nosotros y cuando le reconvenían por nuestra militancia tenía muy claro que lo primero eran los hijos"

Miguel Ángel Álvarez Areces, en el café Dindurra de Gijón. JUAN PLAZA

-Nací en Gijón, en 1951, tercero de cuatro hermanos. Mi madre, Nieves, tiene 106 años; mi padre, Vicente, murió con 87.

- ¿A qué se dedicaban sus padres?

-Mi madre fue maestra nacional y ejerció hasta la jubilación, bastante tarde. Mi padre fue guardia civil hasta los 50 años, en el puerto de El Musel y en Los Campos, y luego fue agente comercial, muy conocido. A mi madre también la recuerdan muchos alumnos.

- ¿Cómo pudo ejercer de maestra si estaba titulada por la República?

-Comenzó en La Cerezal, a los 18 años, y estuvo represaliada y no le concedieron el trienio hasta muchos años después. Siguió en el Padrún, vino a Gijón en 1940 con mi padre y fue maestra en Los Campos.

- ¿De dónde era su padre?

-De Otívar (Granada). Llegó ya en la guerra y cuando acabó el servicio militar ingresó en la Guardia Civil. Lo destinaron a Olloniego y allí conoció a mi madre. Era jovial, alegre, sociable y con dichos andaluces.

- ¿Qué padre fue?

-Muy agradable, sencillo y respetuoso. Fuimos una familia media en la que la sobriedad y ser consciente de las limitaciones de recursos y expectativas primaron sobre cualquier otra cosa.

- ¿Y su madre?

-Es una persona sensacional, con integridad y capacidad de trabajo, también hizo las labores de casa, y una gran capacidad para distinguir lo fundamental de lo accesorio y realizar cada cosa hasta que quedase bien. Hoy esa minuciosidad y ese rigor que mantuvo toda su vida parecen extraños.

- Sus primeros recuerdos.

-Barrio de La Arena, a los 6 años, cuando te dejan salir y empieza la conquista de la calle, la relación con niños y niñas, las chapas, la peonza y el fútbol en el Estrella la Playa. Mi hermano mayor estaba en el Kikelín, ligado a Chocolates Kike.

- ¿Qué futbolista fue?

-Normal, duro y contundente defensa, sin alardes técnicos. El barrio tenía fábricas, el gas, ferreterías, granitos Gargallo. El epicentro social era el cine de Los Campos, el circo teatro Obdulia. Todo eran casas de planta baja. La escuela el Arenal estaba en primera línea de playa y, después de clase, el lugar natural para juegos y tertulias era la playa.

- ¿Había peso religioso en su casa?

-Mi padre iba a misa, pero nada más. Lo último que hice fue la primera comunión, pero tuve valores asimilables al catolicismo.

- Le separan ocho años de su hermano mayor y otros tantos de su hermana pequeña.

-Nunca me sentí solo, sino muy arropado. Mi hermana Nieves se fue cuando yo tenía 10 años. Se casó, es maestra; mi cuñado, José Manuel Torre, es catedrático de Francés. Fueron a París, trabajaron en la Unesco, dieron clase por España y recalaron en Mieres después de unos años. Mi hermano Vicente hizo perito industrial, selectivo en Oviedo y fue a Santiago a estudiar Matemáticas. Antes dio clase con pantalón corto, a los 15 años, en la academia de Rúa, en la calle Cura Sama y en la Laboral, a la vez que estudiaba.

- ¿Qué tal estudiante fue usted?

-Normal. Tenía curiosidad, especialmente por Geografía e Historia, en las que saqué mis mejores notas en el instituto Jovellanos.

- ¿Sabía qué quería ser?

-Lo fui sabiendo conforme maduraba.

- ¿Cuándo inició su compromiso social?

-A partir de los 16 años. Fue de manera autónoma... El ambiente familiar y amigos me inclinaban a las lecturas y a la afirmación de unos valores diferentes de otros chicos en la época. Mis gustos universales, por los que nada me es ajeno, eran lectura, música, fútbol, economía, artes escénicas, viajar...

- Salvo el fútbol, entonces, de izquierda.

-La política era un aspecto vital. Ibas a bailar con amigos con los que compartías afinidades y a sociedades culturales que derivaban en un compromiso vital. Estuve en el Club Vanguardia Obrera Juvenil, inspirado por el padre Granda, de los jesuitas, que hizo una gran labor deportiva y de ocio. Tuve una advertencia por recomendaciones de películas que no coincidían con la censura religiosa en el periódico mural "Meridiano 68" y por lo que hablábamos de lo que había sido el Mayo del 68, que no sabíamos bien qué pasaba, pero sí que había valores e inquietudes que querían cambiar la vida y la historia. Berkeley, Vietnam, Angela Davis y futbolines.

- Su padre, guardia civil, tuvo tres hijos rojos corriendo riesgos con la Policía.

-Ya había dejado la Guardia Civil y, como mi madre, estuvo sujeto a muchas inconveniencias de personas que intentaban reconvenir que actuásemos de esa manera. Tenía su opinión personal conservadora, pero consideraba que primero estaban los hijos y la familia. Por supuesto, como a todos los padres, y más en aquella época, le hubiese gustado que no nos metiésemos en nada.

- ¿Cuándo empieza a militar?

-En 1969, en la Escuela de Comercio, por amigos como Tanti Hevia o Manolín Argüelles. En 1970 me detuvieron en la calle Corrida después de un acto por unos obreros de la construcción que habían matado en Granada y causó disgusto en casa porque no sabían que estaba en esos en menesteres. Fui delegado en la escuela y hacía actividades culturales y de proselitismo. Fui secretario del grupo de teatro "Populus", en el que actué. Estuve en la organización de los días de la Cultura.

- Sus valores son postsesentayochistas y ya incorporan otras cosas.

-Hasta los preludios de la Transición está el florecimiento de la libertad individual, cultural, sexual, la liberación de la mujer...

- ¿Las drogas?

-Nunca estuve en eso. Empezaron en esos años y los problemas vinieron años después.

- ¿Cómo era usted?

-Sentía, sufría y me ilusionaba como otros jóvenes de la época y escuchaba "Pink Floyd", Otis Redding, "Grateful Dead" y cantautores como José Afonso, Xabier Ribalta, Manuel Gerena y Meneses. Los gestionaba Francisco Almazán, periodista de la revista "Triunfo".

- ¿Ya tenía novia?

-Sí, conocí a María Jesús porque era compañera de clase en la Escuela de Comercio, donde nos hicimos profesores mercantiles. Teníamos opiniones políticas parecidas. En el último curso, cuando éramos menos de 20, el director de la Escuela de Comercio, Tomás Peribáñez, y la jefa de estudios, María Dolores Carbajal, ofrecían trabajos. Las empresas te cogían por expediente, opinión de los profesores y entrevistas. Ella, otra persona y yo fuimos los únicos que continuamos estudiando Económicas, que eran, después de las convalidaciones, 16 asignaturas más. Ella fue a Santiago de Compostela. Yo tuve que hacer la mili por mi segunda detención.

- ¿Cómo fue?

-Repartí propaganda ilegal de CC OO en la iglesia San José, en un encierro de pensionistas, que entró la Policía y me detuvieron en la calle Severo Ochoa y me llevaron a Oviedo, bajo el control del comisario Claudio Ramos Tejedor y otros de la Brigada Político Social. Denuncié a los policías por malos tratos, que certificó Félix Prieto, y acabamos en el Tribunal de Orden Público (TOP) en Madrid. El juicio fue casi un año después.

- ¿No hizo la milicia universitaria?

-No, porque estaba procesado. Hice el campamento en El Ferral y el resto en Zamora, en el regimiento "Toledo" 35 de Infantería.

- ¿Qué tal fue?

-Fue una fase importante para mi capacidad de superar situaciones vulnerables y dificultades. Forjó mi resiliencia. Tenía un componente de castigo, pero no excesivo. Lo militar no era lo mío. Había una cárcel para curas: allí estaba Francisco García Salve.

- ¿Y el juicio?

-Fui de paisano con ropa prestada por amigos de Madrid y botas de soldado porque no tenían zapatos de mi talla.

- ¿Quién le defendió?

-Manolo López, a quien tanto aprecié, como a Lolita Sacristán, su mujer. Negué haber repartido propaganda. Me acusaban de repartirla de Comisiones, CNT, UGT y CRAS. Presidía Mateu, muy conservador, pero al que no le gustaban los malos tratos y eso jugó a mi favor. Me pedían 4 años y salí absuelto. Mi denuncia a los policías se desestimó.

Segunda entrega, mañana, lunes:

"Ni aferrarnos a lo que ya no es ni hacer una catástrofe social con la descarbonización"

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