Oviedo, E. P.

El autor confeso del homicidio de La Barraca (Ciaño) aceptó ayer una condena de seis años de prisión y el pago de una indemnización de 250.000 euros. La defensa de José Manuel García García, de 67 años, condenado por el homicidio de su vecino Jesús Fernández Barbón, llegó a un acuerdo de conformidad antes de la celebración de la vista oral, que estaba previsto se iniciase en la mañana de ayer.

El acusado, que no tenía antecedentes penales, reconoció los hechos y alegó que actuó en legítima defensa, lo que fue considerado como eximente incompleta. Se apreció que durante el forcejeo entre ambos la víctima «lo agarró por el cuello y sintió que no podía respirar», indicó la Fiscalía.

El condenado, que ya ha cumplido dos años y nueve meses de prisión preventiva, podría permanecer en prisión cerca de dos años más (21 meses), al haberse completado tres cuartas partes de la pena, indicó el letrado de la acusación particular, Eliseo Mateos. José Manuel García acudió a la Audiencia Provincial, donde estaba prevista la vista oral del juicio con jurado popular, para escuchar la sentencia y dar su conformidad. Tras la firma del acuerdo fue conducido de nuevo por dos agentes de la Policía Nacional a la cárcel. La acusación particular pidió inicialmente 15 años de cárcel y la Fiscalía 12.

García, que padece una grave enfermedad de garganta y se sometió a una laringectomía (una operación que consiste en la extirpación de una parte de la laringe), debe abonar la indemnización impuesta a la mujer del fallecido (160.000 euros) y a la hija (90.000 euros). De esa cantidad, ya ha realizado un pago de 30.000 euros. El condenado y la víctima eran vecinos de la localidad langreana de La Barraca y habían tenido enfrentamientos por un problema de lindes entre sus propiedades previamente a la noche en la que sucedieron los hechos. Fue el 12 de abril de 2010, sobre las once y cuarto de la noche, cuando Jesús Fernández salió del bar y se dirigió en su coche a una finca propiedad del acusado y empezó a arrancar unos hierros que hacían de linde con el camino.

Al oír los ruidos, José Manuel García salió de su casa y le recriminó su actuación. El vecino, que tenía 39 años, estaba casado y tenía una hija de 9 años, se negó a parar. Fue cuando el acusado se dirigió al domicilio de su hijo y le pidió que llamase a la Policía para posteriormente dirigirse a su casa. Vio que Jesús Fernández paraba delante de la portilla de entrada a su casa y se bajaba del vehículo, cogió una pala de dientes y la esgrimió frente a él. Cuando Jesús Fernández se dirigió hacia él le golpeó con ella, rompiéndose la pala por el mango.

Se inició en aquel momento un forcejeo entre los dos durante el que José Manuel García, «al verse agarrado por el cuello y sentir que no podía respirar, sacó del bolsillo de su cazadora una navaja con una hoja de 13 centímetros de largo y 2,3 de ancho y, tras abrirla, se la clavó» a la víctima, aseguró la Fiscalía. Le produjo una herida de dos centímetros de largo en el costado derecho que le perforó el ventrículo izquierdo, causándose un shock hipoglucémico, que le provocó la muerte.

El hijo del condenado pidió a su esposa que llamara a la Policía, cogió de la cocina una pistola de fogueo y al ver a su padre y al vecino forcejeando, disparó en dos ocasiones al aire para intentar detenerlos. Posteriormente ayudó a su padre a subir por el prado por el que había caído con la víctima durante la pelea. Poco después llegó la Policía.