Langreo, M. Á. GUTIÉRREZ

No hay denuncias formales, sospechosos identificados ni indicios consistentes, pero muchas familias de la comarca del Nalón están convencidas de que una banda de origen albano-kosovar está tratando de raptar a sus hijos. El rumor de origen nacional y que a acabó anidando en el colegio La Salle de La Felguera, se ha propagado como la pólvora a través de las redes sociales y de la mensajería de telefonía móvil hasta alcanzar el rango de epidemia, sin que hasta ahora ninguna vacuna haya tenido éxito para detenerla. La Policía insiste en que no hay caso y el equipo directivo de La Salle se ha visto obligado a enviar una circular para tranquilizar a los padres. Ha sido en vano. El bulo persiste, las familias siguen inquietas y el colegio baraja convocar una asamblea para que la Policía hable con los padres.

La información que se ha extendido por la comarca a través de los mensajes (WhatsApp, correos electrónicos, mensajes de texto y redes sociales) es que unos sujetos de origen albano-kosovar que se mueven en una furgoneta blanca de cristales tintados se dedican a acechar a los niños en las inmediaciones de los colegios con la intención de secuestrarlos, ofreciéndoles juguetes como reclamo para atraer su atención. La propagación del rumor ha sido tal que ha generado un clima de psicosis colectiva. «Es una cadena de mensajes que aparecieron hace tiempo en Aragón y Cataluña, y que han llegado hasta aquí, hasta el punto de generar una alarma social importante entre la gente. Queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a la población porque no tenemos indicio alguno de que se esté produciendo en realidad esta situación», explicó Honorino Laviana, jefe de la Comisaría de la Policía Nacional de Langreo-San Martín del Rey Aurelio.

La inquietud entre las familias se intensificó después de que el padre de una alumna de 11 años del colegio de La Salle de La Felguera alertara a la dirección del centro. «Según nos dijo el padre, la niña le comunicó que un hombre había intentado atraer su atención el viernes de la semana pasada con unos juguetes, por lo que pusimos el caso en conocimiento de la Policía», explicó Francisco Coto, director del centro. Las pesquisas realizadas por los agentes no acabaron en ningún indicio sólido y tampoco se llegó a formalizar una denuncia oficial.

Pese a los llamamientos a la calma del centro y de la Policía, la creciente intranquilidad de los padres llevó a La Salle a enviar una circular a las familias recomendando «prudencia en las afirmaciones y comentarios» para evitar «cualquier tipo de especulación» ante el «clima de nerviosismo» generado por el envío masivo de mensajes. «No hemos parado de recibir llamadas de otros centros y de asociaciones de padres. A pesar de que la Policía nos ha dicho que no hay caso, sigue propagándose por las redes sociales y entre las familias. Hay un clima de psicosis ante el que estamos impotentes», subrayó Coto, para añadir a continuación: «Si esto no remite tendremos que convocar una asamblea con los padres y la Policía». «Las últimas noticias que tenemos es que el rumor ya se había extendido a Laviana», explicó Honorino Laviana, que añadió que: «El clima de sugestión que se ha creado es importante e incluso desde los ayuntamientos se han puesto en contacto con nosotros para saber qué pasa. La verdad es que todo viene motivado por los mensajes, que alarman a la población».