El Gobierno del Principado llevó ayer a la Junta un proyecto de Presupuesto para 2020 que trata de garantizar el éxito parlamentario de la operación levantando la bandera del gasto social, asumiendo que se dispara el de personal y moderando a cambio la subida de la inversión productiva, que crece en términos absolutos pero rebaja de un 7,8 a menos de un 7,7 por ciento su peso relativo en el montante global.
La suma íntegra de las primeras cuentas autonómicas hechas bajo la presidencia de Adrián Barbón sube al nivel más expansivo que ha conocido el Principado, superando al Presupuesto más amplio de antes de la crisis hasta alcanzar los 4.757 millones de euros, 233 millones y un 5,1 por ciento más que las cuentas vigentes. Vuelve al nivel previo a la recesión, pero con al menos un matiz que dice que la inversión pesa menos: en 2010, el siguiente Presupuesto más expansivo del siglo destinaba a gasto productivo más del veinte por ciento donde hoy no llega al ocho.
Tienen las cuentas un par de guiños a las propuestas sociales de Podemos y dos innovaciones tributarias: un único repunte fiscal que sube el gravamen a los establecimientos de juego a iniciativa de IU y para el reto demográfico deducciones en la cuota autonómica del IRPF a los habitantes de unas "zonas rurales en riesgo de despoblación" que todavía están pendientes de acotar.
Esta fiscalidad diferenciada para curar las heridas de la Asturias vaciada es una bandera de Ciudadanos que también puede ser interpretada como una mano tendida a Foro que casa a la vez con "los incentivos fiscales" contra el despoblamiento que consignaba el programa electoral del PSOE.
Las cuentas con las que el Ejecutivo socialista sale a buscar el voto único que falta en la Junta para completar la suma de PSOE con IU vuelve a comprometer más dinero en amortización de deuda que en inversión productiva y presume del repunte que experimentan todos los capítulos, sanidad, educación y servicios sociales, que se mezclan en la coctelera de la "inversión social": esta factura total sube más que nunca desde 2016 -114 millones, un 3,7 por ciento- pese a incluir el primer descenso que registra en su historia la dotación del salario social y consume cerca de siete de cada diez euros del gasto total del Principado.
Había quedado dicho que el alza del gasto en personal por los compromisos adquiridos condicionaba el Presupuesto. La cifra final son 1.831 millones, 103 más que en las cuentas vigentes, haciéndose cargo así de una cantidad cercana a la mitad de los 233 en los que crece en total el Presupuesto del Principado y de casi cuatro de cada diez euros de gasto. El coste de la plantilla al servicio de la administración autonómica ya es el capítulo individualizado más costoso e incluso supera el montante global de la consejería más consumidora de recursos, la de Salud.
Lo que se guardaba con más celo era el volumen que en medio de tantos condicionantes podría alcanzar la inversión productiva, cuya cuantía fue el año pasado motivo principal de controversia y queja alrededor de las cuentas del Principado. La propuesta para el ejercicio próximo la eleva, pasándola de 357 a 366 millones, pero el incremento paralelo del Presupuesto global hace que su peso disminuya del 7,8 por ciento que representa en el de este año al 7,6 del próximo: a este capítulo del gasto "puro" y estimulador de la actividad productiva se destinarán 76 céntimos de cada diez euros de gasto y casi doscientos de los 366 millones totales, el 54 por ciento, corresponden a "compromisos ya adquiridos en ejercicios anteriores", detalló ayer la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba.
Los 544 millones que compromete la amortización de la deuda volverían a superar los recursos destinados a inversión y a equivaler a la dotación de la tercera consejería mejor abastecida, sólo por detrás de las de Salud y Educación. Esta factura eleva los 490 del Presupuesto vigente y se lleva más de uno de cada diez euros de gasto. La estimación del volumen total de la deuda viva se estima, mientras tanto, en 4.403 millones para el 31 de diciembre de 2020 después de elevar en el máximo legal de treinta los 4.373 calculados para finiquitar este ejercicio.
Las innovaciones del presupuesto que están pensadas para tentar a Podemos aceptan una pequeña parte de un par de propuestas de la formación morada para dar fuerza al estado del bienestar. En sanidad, destino de cuatro de cada diez euros de inversión, se reserva una partida de casi 400.000 euros y dieciséis plazas de empleo público para incorporar al sistema público la atención bucodental a menores de seis años, pero Podemos pedía invertir 4,9 millones en la extensión de los servicios gratuitos para menores de 14 a los de menos de 25. En educación, donde los morados reanudaron la demanda de gratuidad de las escuelas infantiles para menores de tres años, el Gobierno sugiere subir la asignación de la red de 16,2 sa 17,1 millones y en la zona de las novedades bonificar al cien por cien de las matrículas a partir del tercer hijo y del curso 2020-2021. Se consolida la rebaja del 25 por ciento en las matrículas universitarias pactada el año pasado con Podemos, pero no aparece el 25 adicional que los morados habían reclamado para este año. La Universidad se lleva ocho millones más, hasta una partida de 142.
La oferta fiscal contra el despoblamiento de la Asturias rural se abre a dar facilidades que se sustancian en una oferta de deducciones en el IRPF de cien euros por nacimiento o adopción a partir del segundo hijo, de mil por el establecimiento como autónomo o profesional por cuenta propia y de hasta cincuenta por gastos de adquisición de títulos de transporte público. En cuanto al ámbito territorial de la medida, el Gobierno tiene por definir con qué parámetros determinará las "zonas rurales en riesgo de despoblación" en las que se aplicará, pero aclara que las facilidades serán efectivas a partir del 1 de enero. El coste de la decisión se estima en unos 850.000 euros; con la otra novedad fiscal, el aumento del tipo aplicable a las apuestas sobre acontecimientos deportivos, el Ejecutivo espera incrementar su recaudación en 200.000.
Cuando lo defendió, la consejera de Hacienda dijo del presupuesto que es "serio y riguroso", que es "innovador", que "planta cara al desafío demográfico" y "refuerza el estado del bienestar" y que es "el presupuesto de la ciencia". En este punto, destaca los 4,3 millones que el reciente programa "Margarita Salas" de retención y recuperación del talento comparte con otros programas investigadores. Este próximo año, aclaran fuentes del Gobierno, del programa del talento sólo se definirá la convocatoria.
Ocho de cada diez euros de los ingresos que consigna el Principado vienen del sistema de financiación autonómica y han sido calculados este año en condiciones más precarias por la falta de información del Ministerio, consecuencia de la inestabilidad política. Las estimaciones se han efectuado, precisa la directora general de Finanzas, Mar García Salgado, "sin la certeza de que sean éstos los recursos que efectivamente vayamos a recibir. Hemos podido calcularlos", matiza, "sobre la base de las reglas del sistema y las últimas informaciones del Ministerio" sobre los repartos financieros de 2019.
