Puerto de Vega (Navia),

V. DIAZ PEÑAS

Puerto de Vega tiene un tesoro que muchos desconocen. Se trata del órgano de la iglesia de Santa Marina, un valioso instrumento que se estima fue construido en el siglo XVII, lo que hace de él uno de los más antiguos en funcionamiento de España. El órgano ha sido revisado y afinado en los últimos días para tenerlo a punto de cara al festival de este instrumento que se celebrará en los próximos días en Asturias. La programación recoge una actuación el próximo 2 de mayo en el puerto naviego, una ocasión perfecta para escuchar lo que muchos consideran una auténtica joya.

Como explicó Óscar Laguna, organero de la empresa Gerhard Grenzing y encargado de poner a punto el instrumento, el órgano es uno de los de más solera de toda la Península. «No sabemos todo de él. Desconocemos su autor e incluso su año de construcción, pero probablemente sea del siglo XVII, lo que le convierte en uno de los más antiguos en uso de toda España. Además, es de los pocos instrumentos históricos que se conservan en Asturias», señaló. Y es que el de Puerto de Vega puede competir en importancia con los órganos de Valdediós, Pravia y La Corte. Es, incluso, más antiguo que éstos.

El órgano fue restaurado en 1986 por la empresa para la que trabaja este organero. Desde entonces, se han sucedido las revisiones anuales y los trabajos de mantenimiento, como el tratamiento contra la carcoma. Ayer, el instrumento ya estaba afinado y revisado, listo para interpretar piezas en el concierto del próximo sábado.

Según Óscar Laguna, el festival no sólo permite escuchar a primeras espadas de este instrumento, sino que, además, ayuda a conservar este órgano de más de 400 años de edad. «La mejor garantía de conservación es utilizarlo con regularidad. Con estos conciertos se revisan y controlan los instrumentos. Sin embargo, no se tocan con la continuidad con que se debería», explica este organero que se ha encargado de poner a punto el instrumento.

Y es que, a su entender, el órgano de Puerto de Vega no está suficientemente valorado. Es como un tesoro que está escondido y al que no se le saca partido. «El instrumento podría ser un importante atractivo cultural y es una lástima que no se aproveche más. Se podrían organizar conciertos regulares en verano, cursos o sesiones didácticas. De esta manera se ayudaría a la conservación del órgano, que sería utilizado con más regularidad», concretó Laguna.

Según este organero, que ha recorrido buena parte del mundo revisando instrumentos, las características del órgano de Puerto de Vega le hacen casi único. Está adaptado a las dimensiones del templo y es modesto, aunque muy equilibrado, en sus recursos musicales. Su sonoridad es muy brillante, con un carácter muy marcado y personal».

A su juicio, «estas características le hacen muy adecuado para interpretar música antigua. Su esencia recoge y conserva los valores culturales y musicales de una época pasada», puntualizó. Y es que escuchar el sonido de este instrumento es como desempolvar un tesoro escondido para retomar la música de hace casi 400 años.