Santa Eulalia de Oscos,

T. CASCUDO

Las obras de la conocida como «Y» entre Santa Eulalia de Oscos, Grandas de Salime y la localidad lucense de Fonsagrada están a punto de ser rematadas, pero el resultado no es del agrado de todos los vecinos. Especialmente los de las localidades de Pumares y Ventoso, en Santa Eulalia de Oscos, que consideran que el nuevo vial les aísla, obligando a los usuarios y turistas a realizar «un desvío innecesario» de 700 metros.

Antes de la obra, la desviación a estos dos núcleos se localizaba a mano derecha en sentido Santa Eulalia, y justo antes del vial de acceso a la capital santallesa. Ahora se ha prohibido esta entrada directa, obligando a los vehículos a coger tres nuevos desvíos antes de tomar la dirección correcta a Pumares.

La situación se agrava si se tiene en cuenta que en Pumares y en sus inmediaciones se encuentran hasta tres establecimientos turísticos. Juan José Cid, que regenta uno de los dos hoteles de tres estrellas de Pumares, explica que «ahora cuesta más encontrar el desvío y la gente se queja del rodeo y de la mala señalización». Según Cid, «no es lógico que las obras, en vez de simplificar, compliquen las cosas, porque son actuaciones que cuestan mucho dinero».

De la misma opinión es Mari Vicero, del mesón Veredas. Asegura que desde que se cerró el desvío, hace un mes, ha notado «que la gente viene menos, nos han aislado más de lo que ya estábamos». Hace meses los afectados iniciaron una campaña de recogida de firmas que luego presentaron ante el Ayuntamiento y el Principado. Así las cosas, parece que sus peticiones han caído en saco roto y ahora se lamentan de la falta de planificación.

Se quejan, además, de que el Ayuntamiento no señale adecuadamente el acceso a sus núcleos. No en vano, ellos mismos han tenido que colocar los carteles provisionales para evitar la fuga de visitantes.