Un tiburón peregrino fue avistado por unos navegantes en la costa de Cudillero, entre la playa del Silencio y Santa Marina. El animal es inofensivo para el ser humano y se alimenta de plancton. Es habitual en estas fechas avistar al pez por aguas asturianas. Los navegantes frente a Cudillero no se asustaron, sólo se preocuparon de que el animal, que siguió su camino, pudiera chocar con la embarcación.