Entrevista | Silvia Pérez Istillarty Directora de la sede de la Cámara de Comercio de Oviedo en el Noroccidente

"El exceso de burocracia frena a los jóvenes que quieren emprender en el territorio"

"Alguien que quiere iniciar una actividad no puede estar esperando meses por permisos y licencias; son oportunidades perdidas"

Sivlia Pérez Istillarty, en el centro de empresas del Polígono Industrial Barcia-Almuña de Valdés.

Sivlia Pérez Istillarty, en el centro de empresas del Polígono Industrial Barcia-Almuña de Valdés. / A. M. Serrano

Ana M. Serrano

Cumple la sede noroccidental de la Cámara de cComercio de Oviedo (corporación de derecho público, centenaria e internacional que vela por los intereses de los empresarios) 20 años y su directora, Silvia Pérez Istillarty (1976), se muestra entusiasta. Le gusta su trabajo y eso lo transmite sin querer. Basta entrar en su despacho para empaparse de una energía especial que esta naviega diplomada en Ciencias Empresariales proyecta en lo que hace. La llamada antena cameral de Luarca (ubicada en el polígono industrial Barcia-Almuña de Valdés) nació como un proyecto experimental y temporal con una meta: descentralizar los servicios. Con los años, se midió el buen éxito. «A mí me resultó motivante implicarme en esto porque me permitía trabajar en el territorio en el que nací y me crie, ayudando precisamente al desarrollo económico de mi tierra», confiesa.

–¿Qué necesita el Noroccidente para generar más empleo?

–Sin actividad económica los territorios se mueren. Por lo que a nosotros respecta, lo que necesita esta comarca y en general todo el territorio rural de Asturias, es reducir las exigencias legales para permitir el asentamiento de las nuevas generaciones. Nos encontramos día tras día con jóvenes formados que por arraigo o por otras circunstancias desean emprender en el territorio, pero el exceso de burocracia les impide seguir adelante con sus proyectos. Los plazos son excesivamente largos y las exigencias legales muy difíciles de cumplir. El reto demográfico pasa precisamente por eso, por flexibilizar esas exigencias y apoyar a las personas que asumen riesgos para generar riqueza en su tierra. Es la propia administración, conocedora de la necesidad de corregir el descenso demográfico, quien a su vez pone las trabas para que esto no mejore. Las empresas, por su parte, deben buscar la diferenciación, diversificación, colaboración empresarial y apertura de nuevos mercados.

¿De dónde cree que pueden llegar otros incentivos, no solo económicos, para facilitar la creación de trabajo?

–El medio rural necesita apoyo técnico y financiero para su desarrollo. Los recursos actuales son insuficientes. Los fondos europeos no cubren las necesidades de todos los emprendedores, generalmente muchos proyectos se quedan fuera por falta de recursos económicos. Se necesita que los fondos «Next Generation» destinados a la financiación de proyectos para el reequilibrio y la equidad lleguen cuanto antes y de una forma directa tanto a las personas que quieren emprender como a las empresas ya asentadas. Por otro lado, las empresas necesitan que continuemos con nuestro apoyo y asesoramiento para el desarrollo de sus proyectos empresariales.

–¿Hace falta un cambio de mentalidad?

–Nosotros siempre decimos que si continuamos haciendo lo mismo obtendremos idénticos resultados. Es necesario cambiar y modificar planteamientos, un apoyo decidido por la actividad empresarial, tanto a nuevos proyectos como a los ya existentes. Con más apoyo técnico y menos barreras burocráticas. Alguien que quiere emprender no puede estar esperando meses por permisos y licencias. Son oportunidades perdidas. 

–¿Se necesita, en general, más cultura empresarial? 

–Creo que la mentalidad de los jóvenes está cambiando poco a poco. A eso contribuyen sin duda los centros educativos en los que cada vez se da más importancia a las opciones de autoempleo como una salida de futuro, pero aun queda un largo camino por recorrer. Hace falta más sensibilización, más información y más formación en la gestión empresarial. 

–La descentralización de la Cámara de Comercio cumple 20 años. ¿Pensaba llegar tan lejos cuando abrió la antena cameral de Luarca?

–La Cámara de Oviedo supo gestionar muy bien la oportunidad de acercar los servicios a través de la realización de numerosos programas que permitieron cambiar la mentalidad de las empresas sobre esta institución y los datos fueron aumentado año tras año, la demanda de servicios se hizo cada vez mayor y la Cámara fue potenciando estas delegaciones hasta el punto de que en el momento en que dejó de contar con los fondos que permitían sostener los costes de las oficinas se tomó la decisión de continuar con este despliegue, a pesar de las dificultades de financiación que atravesaba la entidad, consecuencia del cambio de ley que nos regula desde 2010. Después de todo este tiempo nos hemos convertido en el referente de apoyo al desarrollo económico y empresarial en la zona.

–¿Qué valor tiene esta descentralización?

Actualmente la Cámara de Comercio de Oviedo es de las pocas cámaras de España que mantiene sus antenas camerales, y no solo eso, sino que está apostando por su crecimiento, tal y como muestra la reciente apertura de la delegación de Villaviciosa y la próxima apertura de Siero. En estos años hemos atendido casi 14.000 consultas y hemos apoyado la creación de 624 nuevos negocios, además de la organización de más de 200 jornadas, 46 cursos y numerosos programas de apoyo a la innovación y digitalización, entre otros.

¿Cuáles son las potencialidades de esta zona de Asturias?

–El Occidente de Asturias ha sufrido una importante reconversión a lo largo de los años. Ha pasado de ser una zona predominantemente ganadera, agraria y pesquera a convertirse en un territorio donde la importancia tanto del sector industrial como del turístico son vitales para su futuro desarrollo. Por la orografía del territorio, creo que también tiene un enorme potencial de desarrollo el sector forestal y el agroalimentario.

–¿Cuál es el perfil del usuario de la antena cameral de Luarca?

–En lo que respecta a los emprendedores tenemos un servicio «estrella» que es lo que se conoce coloquialmente como la Ventanilla Única (ahora llamada Punto PAE - punto de atención al emprendedor) a través del cual prestamos un servicio integral de carácter gratuito y neutral a todas aquellas personas que quieren poner en marcha un negocio. Somos sus acompañantes en el camino del emprendimiento y tratamos de facilitarles ese proceso, ayudándoles a realizar un análisis económico para conocer la viabilidad de sus futuros negocios y apoyándoles en todas las gestiones administrativas como altas de empresa, adecuación a la legislación vigente o gestión de ayudas. Trabajamos con personas de todas las edades, en su mayoría por encima de los 30 años, hombres y mujeres casi en la misma proporción, con un poder adquisitivo medio o bajo, sin conocimientos específicos en gestión empresarial y con estudios medios o superiores. En su mayoría se trata de proyectos con pequeñas inversiones y sin apenas contratación por cuenta ajena, aunque puntualmente atendemos también proyectos de mayor envergadura, sobre todo en el ámbito industrial y del turismo rural. Estos emprendedores aprenden a hacer uso de nuestros servicios desde el comienzo de sus negocios y suelen convertirse en usuarios habituales. En lo que se refiere a servicios a empresas, contamos con un amplio abanico de proyectos y programas formativos de acompañamiento a las pymes. 

–¿Cómo ve el futuro empresarial en la comarca?

–Las grandes compañías tractoras cuentan con una cartera de pedidos a largo plazo que garantizan su viabilidad, a ello debemos añadir las importantes inversiones previstas por estas mismas empresas para los próximos años. Por otro lado, el sector turístico ha crecido en los últimos años, el incremento de visitantes parece garantizar el futuro del sector y no solo eso sino que el Occidente de Asturias necesita un aumento de plazas para acoger la demanda que se espera. Todo esto revierte favorablemente en la comarca porque permite el desarrollo del resto de sectores. No cabe duda que internet, los nuevos hábitos de los ciudadanos, la falta de mano de obra cualificada o las nuevas formas de comercialización nos llevan ineludiblemente a la transformación de la gestión de determinadas empresas, a la aparición de nuevas profesiones y a la desaparición de determinados negocios, pero lo que parece claro es que esta comarca occidental tiene futuro.

–¿La zona interior parte con desventaja?

–Ese futuro también pasa por solucionar los problemas que plantea el reto demográfico en determinados municipios, sobre todo de interior. Me refiero a la cobertura de telecomunicaciones, transporte rural, la falta de puesta en valor de recursos existentes o la coordinación entre la administración local, autonómica y nacional.