Una coraza de hormigón permitirá reabrir el edificio del antiguo museo del calamar gigante de Luarca: será un rocódromo por fuera y un espacio cultural en su interior

El Principado trabaja ya en el proyecto de obra que blindará el inmueble frente a los temporales: tendrá un presupuesto estimado de 700.000 euros y espera atraer fondos europeos

Construir una coraza de hormigón que lo proteja de los temporales y permita que el edificio se use en condiciones de seguridad es el plan del Principado para el viejo museo del calamar gigante, el inmueble ubicado en el puerto de Luarca y que lleva cerrado a cal y canto y sin uso desde hace nueve años. La propuesta no se queda ahí, sino que ese blindaje de hormigón permitirá utilizar la parte exterior como rocódromo y habilitar dentro del inmueble un espacio de usos múltiples al servicio de la cultura y de la música. El anteproyecto está listo y prevé una inversión de 700.000 euros.

El viceconsejero de Infraestructuras, Movilidad y Territorio, Jorge García, desveló este martes en la capital valdesana la novedosa iniciativa, que aspira a captar fondos europeos y que se ha diseñado en colaboración con el Ayuntamiento de Valdés. “La solución garantiza la viabilidad futura del edificio ante posibles temporales. Va a tener un aspecto exterior llamativo y un nuevo uso”, señaló García, quien subrayó el carácter innovador de un proyecto que a su juicio generará “dinamismo” en la zona portuaria.

Aspecto del edificio tras la reforma.

Aspecto del edificio tras la reforma. / R. T. C.

El viceconsejero, acompañado de la directora de Puertos, Esther Díaz, indicó que el edificio mantendrá sus dimensiones actuales y tan solo se le construirá una coraza exterior. “La propuesta blinda el edificio ante futuros temporales y combina una solución estructural definitiva con un nuevo uso. Es una solución ambiciosa e innovadora que dará una segunda vida a este espacio y aportará dinamismo a la capital del concejo”, añade. El rocódromo, de catorce metros de alto, ocupará toda la altura del edificio y estará homologado como espacio formativo. Es decir, permitirá conseguir los títulos acreditativos para el trabajo en altura dentro del sector de la construcción, así como para la formación de bomberos y personal del 112. Además, tendrá un uso lucrativo abierto al público en general. “La escalada es deporte olímpico y tiene mucho tirón en la región”, señaló el viceconsejero, convencido de que el nuevo espacio será un nuevo atractivo turístico para la villa.

En el interior de este cascarón de hormigón armado se creará un espacio dedicado a la cultura. En la planta baja habrá una recepción y una sala de usos múltiples con capacidad para medio centenar de personas, además de los baños. En la primera planta se habilitará una sala de exposiciones y en la segunda está previsto crear salas musicales que sirvan de complemento al Conservatorio y que también den servicio a las necesidades de los grupos y bandas existentes en el concejo.

El rocódromo tendrá un aspecto exterior “muy natural, que imita la propia textura y colores de la piedra natural”. Está prevista la construcción de una escalera en la parte trasera que permita el acceso a la azotea. Esta escalera podrá ser retirada en sus primeros metros para su protección en caso de temporal.

El viceconsejero ha explicado que ya está listo el anteproyecto y en marcha la redacción del proyecto definitivo que permita licitar las obras. El presupuesto estimado asciende a 700.000 euros. Ese dinero permitirá el acondicionamiento de la estructura y habría que sumarle la inversión adicional para adecuar las salas de música. En cualquier caso, señaló Jorge García, confían en poder captar fondos europeos ya que el proyecto se enmarca en los trabajos “de adaptación de los puertos al cambio climático”. En este sentido, el viceconsejero señaló que la iniciativa forma parte “de un programa más amplio de ordenación de los espacio portuarios de Luarca” y no descarta otras soluciones para proteger la dársena, como reclaman los pescadores de la villa. “Con este anteproyecto ponemos la solución en tierra, pero hay otras medidas que habrá que ir tomando en Luarca y otros puertos para adaptarse al cambio climático”, señaló.

Aspecto actual del inmueble.

Aspecto actual del inmueble. / R. T. C.

Por su parte, el Alcalde de Valdés, Óscar Pérez, mostró su satisfacción por dar solución a un edificio público abandonado en pleno puerto. “El proyecto está en el horno y en un plazo relativamente corto será una realidad. Vamos a hacer una lectura positiva porque supone un proyecto innovador para Valdés, no solo por la infraestructura deportiva, sino también por disponer de tres salas dentro del edificio. Se está haciendo un búnker de tres metros y medio de hormigón que garantiza los usos del edificio”, precisó Pérez, acompañado de varios ediles de su equipo.

Cabe recordar que el museo del calamar gigante abrió sus puertas en el puerto de Luarca en julio de 2010 y que, cuatro meses después, fue arrasado por un fuerte temporal de mar. Se hicieron obras de reparación y volvió a reabrir sus puertas hasta que, un segundo temporal, en 2014 lo inutilizó por completo. Se llegó a crear un movimiento vecinal para reivindicar un futuro para el museo y la solución llegó con el traslado a un emplazamiento más seguro. En julio del año pasado el museo reabrió en la zona de entrada a la villa de Luarca, en un espacio que antaño funcionó como discoteca. Quedaba por dar solución a este inmueble de usos múltiples del puerto de Luarca y ahora el Principado y el consistorio Valdés parecen tener la propuesta definitiva.

Otra de las infografías que recrea el aspecto futuro del equipamiento.

Otra de las infografías que recrea el aspecto futuro del equipamiento. / R. T. C.