El exalcalde de Cudillero, expulsado del Consistorio por la Policía Local: "Exijo al Ayuntamiento el pago de lo que me adeuda por las causas judiciales"

Francisco González, "Quico", pretendió hacer noche en el edificio tras no ser atendido durante horas y regresará hoy: "No tengo prisa, estoy jubilado"

Francisco "Quico" González Méndez este martes en Novellana con su vara para pasear..

Francisco "Quico" González Méndez este martes en Novellana con su vara para pasear.. / S. A.

S. Arias

El exalcalde del PSOE de Cudillero, Francisco "Quico" González Méndez, salió este martes del Ayuntamiento pixueto a petición de dos agentes de la Policía Local debido a que no quería abandonar el Consistorio a la hora del cierre (15.00 horas). Allí había acudido por la mañana para reclamar un dinero tras haber sido absuelto en el juicio por denuncia falsa contra el entonces jefe de la Policía Local, en el que fue procesado como Alcalde. Este miércoles regresará y anuncia su intención de no abandonar el edificio.

"Había cinco o seis patrullas de la Guardia Civil fuera y arriba subieron los policías municipales que me pidieron que me fuese, les dije que no me tocasen y me fui tranquilamente. Salí tipo Zelenski, rodeado por los cuerpos y fuerzas de seguridad", señaló con humor González ya en su casa.

El exregidor pixueto comenta que lleva desde el pasado mes de marzo, cuando la Audiencia Provincial ratificó la sentencia de absolución por este caso, reclamando vía escritos y llamadas el dinero del coste del gabinete jurídico que llevó la defensa en el litigio, en el que fue juzgado en calidad de alcalde.

"La Ley de Régimen Local establece que cuando una persona ostenta un cargo público, los gastos los paga la Administración, por lo que me lo debe el ente al que yo representaba. Si eres declarado culpable lo pagas pero si sales absuelto no. Me tienen que abonar la parte que adelanté y la que debo, y no es una cantidad pequeña", apunta sin detallar el montante económico que, según ha podido saber este diario, ronda los 35.000 euros.

González llegó al Ayuntamiento en torno a las 11.00 horas y esperó hasta las 15.00 horas para ser atendido, explica. Según añade, sí que pudo hablar con la secretaria del actual Alcalde, Carlos Valle (PSOE), quien preguntado por este periódico en la tarde de este martes alegó que no tenía conocimiento de los hechos.

El Ayuntamiento de Cudillero este martes por la tarde.

El Ayuntamiento de Cudillero este martes por la tarde. / S. A.

"Yo no quería liar nada, solo pedir lo que me corresponde y tampoco quiero politizar el asunto", dice Quico, quien fue concejal en el Ayuntamiento pixueto durante 8 años y alcalde otros 21 años. Llevó consigo "una mochilina" con una sábana y sus medicinas por si podía hacer noche en el sofá del despacho de Alcaldía a la espera de ser atendido este miércoles a primera hora, "para ir haciendo cola". Si bien, finalmente, abandonó el Consistorio a petición de los agentes.

"Exijo al Ayuntamiento el pago de lo que me adeuda por las causas judiciales que tuve que afrontar y de las que recientemente fui absuelto, una injusticia de la que es conocedor el Ayuntamiento y, más aún, perpetúa un acoso contra mi persona que no voy a tolerar más", agrega.

El exregidor pixueto habla de que ha recibido "coacciones y amenazas veladas", así como de haber sido sometido a "una caza de brujas" tras abandonar la política. "Me da igual de quien provengan, no las voy a tolerar", añade. Además, Quico sostiene que "es imposible pagar el daño moral, personal y político que me fue infringido y eso lo sabe todo Cudillero y, por ende, Asturias".

González mantiene que la única razón por la que demanda enérgicamente el pago del dinero por los servicios jurídicos durante el juicio es por sus hijos: "Entiendo que con pólvora ajena, con un partido o sindicato detrás, se pueden pagar juicios y que el dinero no salga del bolsillo. Pero yo, el sindicato que tengo detrás es mi familia y mi patrimonio y no puedo desproteger a mis hijos por estas cosas", señala.

Quico volverá este miércoles al Ayuntamiento con su "mochilina" preparada: "Yo no tengo prisa, estoy jubilado, y voy a esperar hasta que me atienda alguien, como si me tengo que quedar allí", advierte.