Educación pretende que los interinos puedan permanecer dos años en una escuela rural para atajar la inestabilidad de las plantillas

Las escuelas rurales de Asturias disponen de un plan para los próximos cuatro años que busca la mejora de la enseñanza y una apuesta decidida por la innovación. Entre las medidas que plantea el documento, promovido por el Observatorio de la Escuela Rural de Asturias, figura la posibilidad de que los interinos puedan permanecer dos años en el mismo destino, lo que reduciría la inestabilidad de la plantilla de estos centros. La consejera de Educación, Lydia Espina, destacó este jueves en Luarca que se trata de una "medida muy requerida" que ya figuró en su día en el acuerdo de interinos. No obstante, debe negociarse con los sindicatos de cara a su puesta en marcha en el curso 2024-2025.

El plan cuatrienal se aprobó en la capital valdesana, donde tuvo lugar la reunión del Pleno del Observatorio, presidido por la titular de Educación. "No es un plan de la Consejería, es un plan del Observatorio, porque se ha hecho entre todos y aquí confluyen ayuntamientoas, alcaldes, direcciones y familias, muchos representantes que lo que hacen es sumar", subrayó Espina, quien dejó claro que se trata de un plan con nueve puntos, "concreto y con un calendario de actuación".

Al respecto de la propuesta relativa a los interinos, Espina considera "muy importante asentar el profesorado en las escuelas rurales, porque hay dificultades relacionadas con la distancia, el alojamiento y el transporte y es bueno para mejorar la calidad de la educación rural". En términos similares se expresó el coordinador del plan y director del Colegio Rural Agrupado (CRA) de Lena, Alejandro Collantes. "Dar estabilidad es muy importante, porque a través de la ella podemos dar continuidad a la aplicación de metodologías activas o a proyectos de innovación. Así el profesorado está más implicado al permanecer varios años en el mismo centro", expuso.

Collantes subrayó que el plan surge "de la necesidad de dar una dimensión práctica a las funciones del Observatorio", un órgano colegiado de asesoramiento y apoyo al Principado, y con la finalidad "de fomentar y potenciar la innovación en las escuelas rurales". En este sentido, otro de los objetivos destacados de la propuesta es la creación de una red intercentros y otra de asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) para los 61 centros rurales diseminados por 44 concejos de Asturias. Según los datos facilitados por Educación, el curso que ahora termina ha contado con 3.550 alumnos matriculados en la red rural, atendidos por 916 docentes.

La red de centros rurales busca "fomentar el apoyo entre los equipos directivos y el profesorado", con la idea de que puedan compartir experiencias, materiales y proyectos. Igualmente, la red de Ampas persigue que puedan programar actividades extraescolares conjuntas y "reforzar la oferta cultural" que se plantea al alumnado. En el documento figura también la aplicación del Plan de Coeducación en las escuelas rurales, así como el desarrollo de jornadas de convivencia cada dos años. Asimismo, se recoge la celebración, con carácter bienal, de unos encuentros de innovación. Otra de las novedosas medidas que se quieren aplicar es un programa de "Job shadowing", que consiste "en aprender mirando la labor de otros". El plan también incluye la organización de reuniones con los ayuntamientos que alberguen escuelas rurales para "realizar un seguimiento de las infraestructuras".

La titular de Educación, acompañada de la mayor parte de los directores generales de la Consejería, defendió el trabajo "amplio y laborioso" realizado durante todo el curso para dar forma a este plan a cuatro años. En su intervención, defendió también la política regional de apuesta por la escuela rural. "Seguimos con las mismas políticas de apuesta absoluta por la escuela rural, mantenemos escuelas con cuatro alumnos de manera generalizada y con tres alumnos con el visto bueno de la dirección. Se estudian casos, pero el cierre de un colegio es algo muy excepcional o porque no hubiera alumnado. Creemos que es una inversión y hay que apoyar el asentamiento en la zona rural", dijo Espina. A preguntas de LA NUEVA ESPAÑA, la Consejera no dio datos concretos sobre la situación del colegio San Jorge de Luiña (Ibias) que el curso pasado se mantuvo abierto de manera excepcional y que el próximo, según el Ayuntamiento, podría contar con dos únicos alumnos matriculados.